NOTICIAS GIPUZKOA: Demasiado sufrimiento.
El Bruesa gana al UB La Palma al solventar tras el descanso un horrible primer tiempo.
NÉSTOR RODRÍGUEZ / Donostia
El Bruesa GBC sufrió lo indecible para derrotar al colista, el UB La Palma, ayer en Illumbe. Al final ganó por 83-76, pero durante muchos momentos los canarios llevaron la iniciativa y estuvieron a punto de dar una de las sorpresas de la temporada a pesar de contar con un equipo mucho más limitado que el local. La razón de la igualdad hay que encontrarla en la diferente mentalidad de ambos conjuntos. Mientras el Bruesa sólo mostró su garra en determinados momentos, los visitantes se partieron la cara durante todo el choque.
Relajación, sensación de superioridad y falta de agresividad, como indicó Laso después. Todo esto mostró el Bruesa durante muchos minutos. Son defectos que está repitiendo con demasiado asiduidad. Ayer le pudo costar caro, porque estuvo a punto de perder contra La Palma. Venía de jugar una gran segunda mitad en Lleida, ante un equipo puntero. La ocasión era ideal para lucirse. Sin embargo, pensó que el partido estaba ganado antes de saltar a la cancha. Nada más lejos de la realidad. La lección que debe sacar el equipo, a pesar del triunfo, es que no vale con jugar a ratos.
Los primeros veinte minutos del Bruesa fueron penosos, los peores de toda la temporada. Llegó a ir perdiendo por 13 puntos (22-35) a cuatro minutos de llegar al descanso. Sólo había sido capaz de anotar 22 puntos en 16 minutos ante el colista, fruto de una actitud impropia de un equipo que aspira a subir. Estaba recibiendo una lección de un modesto de la LEB. Al descanso, la desventaja era menor, pero no impidió que la imagen que quedó fuera lamentable (31-38).
Reaccionaron los de Laso tras el paso por vestuarios. Llegaron a empatar el partido a 45 gracias a un arreón liderado por Salva Arco, autor de dos triples. Pero volvió a dejarse llevar. Pensó que estaba todo hecho, pero enfrente tenía un equipo aguerrido, que le ganaba claramente en actitud. Volvieron a irse los canarios (47-55). Cuando parecía que estaba hecho, otra vez relajación y de nuevo vuelta a empezar.
Un triple agónico de Isaac minimizó el daño y puso el marcador en 64-62 a falta de los últimos diez minutos, que resultaron agónicos. En ese duelo de poder a poder -quién lo iba a decir, un ex ACB contra el colista- sobresalió el banquillo del Bruesa, con un Andrade pletórico y Brown ofreciendo soluciones en ataque. Isaac logró un par de canastas vitales y Panko puso la guinda con los últimos seis puntos de su equipo. Queda el triunfo, pero también la sensación de que el equipo pudo llevarse una sorpresa desagradable.
NÉSTOR RODRÍGUEZ / Donostia
El Bruesa GBC sufrió lo indecible para derrotar al colista, el UB La Palma, ayer en Illumbe. Al final ganó por 83-76, pero durante muchos momentos los canarios llevaron la iniciativa y estuvieron a punto de dar una de las sorpresas de la temporada a pesar de contar con un equipo mucho más limitado que el local. La razón de la igualdad hay que encontrarla en la diferente mentalidad de ambos conjuntos. Mientras el Bruesa sólo mostró su garra en determinados momentos, los visitantes se partieron la cara durante todo el choque.
Relajación, sensación de superioridad y falta de agresividad, como indicó Laso después. Todo esto mostró el Bruesa durante muchos minutos. Son defectos que está repitiendo con demasiado asiduidad. Ayer le pudo costar caro, porque estuvo a punto de perder contra La Palma. Venía de jugar una gran segunda mitad en Lleida, ante un equipo puntero. La ocasión era ideal para lucirse. Sin embargo, pensó que el partido estaba ganado antes de saltar a la cancha. Nada más lejos de la realidad. La lección que debe sacar el equipo, a pesar del triunfo, es que no vale con jugar a ratos.
Los primeros veinte minutos del Bruesa fueron penosos, los peores de toda la temporada. Llegó a ir perdiendo por 13 puntos (22-35) a cuatro minutos de llegar al descanso. Sólo había sido capaz de anotar 22 puntos en 16 minutos ante el colista, fruto de una actitud impropia de un equipo que aspira a subir. Estaba recibiendo una lección de un modesto de la LEB. Al descanso, la desventaja era menor, pero no impidió que la imagen que quedó fuera lamentable (31-38).
Reaccionaron los de Laso tras el paso por vestuarios. Llegaron a empatar el partido a 45 gracias a un arreón liderado por Salva Arco, autor de dos triples. Pero volvió a dejarse llevar. Pensó que estaba todo hecho, pero enfrente tenía un equipo aguerrido, que le ganaba claramente en actitud. Volvieron a irse los canarios (47-55). Cuando parecía que estaba hecho, otra vez relajación y de nuevo vuelta a empezar.
Un triple agónico de Isaac minimizó el daño y puso el marcador en 64-62 a falta de los últimos diez minutos, que resultaron agónicos. En ese duelo de poder a poder -quién lo iba a decir, un ex ACB contra el colista- sobresalió el banquillo del Bruesa, con un Andrade pletórico y Brown ofreciendo soluciones en ataque. Isaac logró un par de canastas vitales y Panko puso la guinda con los últimos seis puntos de su equipo. Queda el triunfo, pero también la sensación de que el equipo pudo llevarse una sorpresa desagradable.
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