DIARIO VASCO: Un duelo de contrastes en toda regla.
El Bruesa y La Palma escenificarán en Illumbe, el viernes, un choque entre un claro aspirante al ascenso y el colista. La Palma es el que más puntos encaja por partido: 87.
ÁLVARO VICENTE / SAN SEBSTIÁN
Los números no engañan, si bien muchos entrenadores recuerdan cíclicamente que tampoco puede que digan toda la verdad. Pero sí reflejan, al menos, una tendencia. Sólida, si se tiene en cuenta en el caso de la LEB tras las dieciséis jornadas ya disputadas. A un partido del ecuador, el Bruesa ha llegado como uno de los mejores en el catálogo de las dieciocho franquicias competidoras. No puede decir lo mismo su rival del viernes en Illumbe (21.00 horas), un La Palma que vive en las antípodas al ser el que cierra la tabla con tan sólo tres victorias en su casillero. El del viernes es un duelo de contrastes.
Más que las diferencias que puedan existir, los datos dicen mucho en cuanto a los conceptos perseguidos por Pablo Laso y Domingo Rodríguez. Quizá sean similares en su planteamiento, pero las pruebas refutan la tesis de igualdad. El Bruesa se mantiene por encima de los 80 puntos por partido (83'68), lo que le confiere un puesto de honor entre los más productivos en ataque de la LEB. Sólo el CAI (87'37) y el Tenerife (84) le superan. La Palma, por su parte, se sitúa en una digna octava plaza con 76'1 puntos de media por partido.
Más igualado se presenta el duelo en cuanto a puntos promediados en contra. El Bruesa es el cuarto que más encaja en la LEB con una media de 79'5 por los 87'1 que recibe La Palma, que le convierten en el farolillo rojo.
El respeto, mutuo
El respeto será mutuo y máximo. Otro planteamiento por parte del Bruesa sería un error imperdonable. Carlos Martínez, jugador de La Palma, dice que «hay que ser realistas. Intentaremos hacer nuestro trabajo y ser lo más competitivos posible; corregir y ensayar cosas nuevas sin tanta presión por ganar, porque tal y como lo hemos hecho hasta ahora no ha funcionado».
En el Bruesa no dejan de tener en cuenta que La Palma no sabe lo que es ganar fuera de casa esta temporada, pero es un rival que pondrá a prueba, sobre todo, la capacidad de concentración del equipo. Es más fácil encontrar la motivación ante un Lleida que ante un colista. Cerrar el perímetro y minimizar las opciones de tiros cómodos son dos de las consignas grabadas a fuego. La profundidad de banquillo del Bruesa y la mayor calidad de sus jugadores debería hacer el resto. Pero no tiene grato recuerdo el Bruesa de los equipos isleños. Tres de las cuatro derrotas que luce se han producido ante clubes rodeados de mar. Tenerife, La Laguna y Palma Aqua Mágica.
Como pistas, el Bruesa verifica en su scouting lo acontecido en los ocho partidos disputados por La Palma como visitante. Ha dado buena cuenta de lo que difícil que es ganar lejos de Miraflores. Sus derrotas se han producido por una diferencia de 16'6 puntos de media. Cuando más cerca estuvo de ganar fue en La Laguna, cuando perdió de siete (87-80).
El partido del viernes conllevará también su dosis de duelos individuales. Quizá el más destacado, sea el que cruzarán Arrocha e Isaac López, dos de los mejores bombarderos de la LEB.
ÁLVARO VICENTE / SAN SEBSTIÁN
Los números no engañan, si bien muchos entrenadores recuerdan cíclicamente que tampoco puede que digan toda la verdad. Pero sí reflejan, al menos, una tendencia. Sólida, si se tiene en cuenta en el caso de la LEB tras las dieciséis jornadas ya disputadas. A un partido del ecuador, el Bruesa ha llegado como uno de los mejores en el catálogo de las dieciocho franquicias competidoras. No puede decir lo mismo su rival del viernes en Illumbe (21.00 horas), un La Palma que vive en las antípodas al ser el que cierra la tabla con tan sólo tres victorias en su casillero. El del viernes es un duelo de contrastes.
Más que las diferencias que puedan existir, los datos dicen mucho en cuanto a los conceptos perseguidos por Pablo Laso y Domingo Rodríguez. Quizá sean similares en su planteamiento, pero las pruebas refutan la tesis de igualdad. El Bruesa se mantiene por encima de los 80 puntos por partido (83'68), lo que le confiere un puesto de honor entre los más productivos en ataque de la LEB. Sólo el CAI (87'37) y el Tenerife (84) le superan. La Palma, por su parte, se sitúa en una digna octava plaza con 76'1 puntos de media por partido.
Más igualado se presenta el duelo en cuanto a puntos promediados en contra. El Bruesa es el cuarto que más encaja en la LEB con una media de 79'5 por los 87'1 que recibe La Palma, que le convierten en el farolillo rojo.
El respeto, mutuo
El respeto será mutuo y máximo. Otro planteamiento por parte del Bruesa sería un error imperdonable. Carlos Martínez, jugador de La Palma, dice que «hay que ser realistas. Intentaremos hacer nuestro trabajo y ser lo más competitivos posible; corregir y ensayar cosas nuevas sin tanta presión por ganar, porque tal y como lo hemos hecho hasta ahora no ha funcionado».
En el Bruesa no dejan de tener en cuenta que La Palma no sabe lo que es ganar fuera de casa esta temporada, pero es un rival que pondrá a prueba, sobre todo, la capacidad de concentración del equipo. Es más fácil encontrar la motivación ante un Lleida que ante un colista. Cerrar el perímetro y minimizar las opciones de tiros cómodos son dos de las consignas grabadas a fuego. La profundidad de banquillo del Bruesa y la mayor calidad de sus jugadores debería hacer el resto. Pero no tiene grato recuerdo el Bruesa de los equipos isleños. Tres de las cuatro derrotas que luce se han producido ante clubes rodeados de mar. Tenerife, La Laguna y Palma Aqua Mágica.
Como pistas, el Bruesa verifica en su scouting lo acontecido en los ocho partidos disputados por La Palma como visitante. Ha dado buena cuenta de lo que difícil que es ganar lejos de Miraflores. Sus derrotas se han producido por una diferencia de 16'6 puntos de media. Cuando más cerca estuvo de ganar fue en La Laguna, cuando perdió de siete (87-80).
El partido del viernes conllevará también su dosis de duelos individuales. Quizá el más destacado, sea el que cruzarán Arrocha e Isaac López, dos de los mejores bombarderos de la LEB.
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