RADIO LEÓN: Hughes-Baloncesto León, ¿divorcio a la vista? .

El jugador americano vuelve a sufrir una "extraña" lesión y colma la paciencia de sus dirigentes que suplican para que su estrella cambie radicalmente su actitud.

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¿Qué le ocurre a Rick Hughes?¿Cuál es la razón exacta de su comportamiento, de su estado anímico?. Esas son las preguntas que se hacen en el entorno de Baloncesto León que no reconocen a aquel jugador implicado, destacado, líder, que recaló en nuestra ciudad allá por el mes de noviembre de 2006.Su segunda etapa en el cuadro leonés ha tenido un montón de altibajos.

Su tardío fichaje retrasó su puesta a punto que se vio nuevamente entorpecida por una lesión de codo sufrida en el partido ante el Tenerife. Esa dolencia, diagnosticada como una simple contusión, le privó de jugar tres partidos. Hughes no encontró reproches, sólo mensajes de ánimo aunque se hubiera borrado de envites como el de Zaragoza donde, ya sin Urtasun por motivos de contrato, el equipo se quedó huérfano hasta ser apalizado.Toda iba rodado cuando se incorporó al trabajo y, a pesar de estar lejos de su mejor nivel, su talento fue otro argumento a unir al grupo para seguir cosechando victorias.

El segundo capítulo se produjo el pasado 28 de diciembre. Tras perder en el derby regional frente al Ford Burgos, el pivot americano viajaba de urgencia a EE.UU. debido a la grave enfermedad de su madre que fallecería jornadas después. Los trámites posteriores retuvieron a Hughes casi tres semanas en su país. En León, mientras, se seguía con impaciencia cada capítulo pendientes del día de regreso que, unas veces por la festividad local, otras por el clima,. se demoraba más de la cuenta.

El Consejo de Administración había decidido ya no pasar por alto tan larga ausencia y tocó el bolsillo del jugador que dejaría de cobrar los días de trabajo no cumplidos a partir de una fecha concreta que marca la legislación laboral. Hughes recibió la noticia con estupor a su vuelta. A los que conocían los detalles no les extraño su rendimiento en el partido de su reaparición frente al CB Cornellá donde fue relegado al banquillo después de tres minutos de apatía y sorprendente baja forma. Su preocupación era verse las caras con el presidente, Joaquín Rodríguez, y pedir explicaciones acerca de la sanción impuesta.

La postura del club, tajante y contudente, ha dejado a Hughes en una situación incierta. Trabajó en solitario mientras sus compañeros disfrutaban de unas minivacaciones concedidas por De Grado con motivo del parón liguero.; pero a la vuelta del fin de semana, un nuevo punto de fricción.
Hughes se queja de unos dolores en su tobillo izquierdo y se ha perdido las últimas sesiones preparatorias. Mientras, se ha forzado a Rocchia, lesionado en su hombro, para poder completar entrenamientos de calidad.

Es la gota que puede colmar el vaso. Nadie oculta ya la decepción que provocan las continuas "espantadas" del jugador al que se pide más compromiso. Incluso, el técnico pasa de puntillas cuando se le pregunta si confía en recuperar la mejor versión de su jugador franquicia. Las relaciones son frías y no es descartable ninguna de las posibilidades que este panorama ofrece. León intentará reconducir este caso, sigue esperando al mejor Hughes pero no consentirá más lesiones "fantasma". El de Cincinatti tiene la palabra. Se ha encontrado un club intransigente y firme en sus decisiones. A él le toca decidir si merece la pena arrimar el hombro o poner más piedras en el camino.

La solución, a la vuelta de la esquina porque este es el último mes en el que los equipos LEB pueden realizar movimientos en su plantillas y, a estas horas, nadie puede asegurar al cien por cien que Hughes siga en la nómina de Baloncesto León.