LA OPINIÓN DE MÁLAGA: Todo queda en familia.

R. MOLINA GUERRA / TORRE DE BENAGALBÓN
Todo queda en familia. Y más aún en Navidad. Por eso nadie se extrañó al ver aplaudir ayer a la madre de Berni Rodríguez una canasta de Pavel Ermolinski, otrora perla de la cantera del Unicaja, ahora refuerzo de La Palma, el rival del Clínicas Rincón. La explicación es simple: Pavel es su yerno. Novio de su hija, de una hermana de Berni. Y, curiosamente, Jon Cortaberría, con quien Ermolinski se emparejó ayer durante buena parte del encuentro, ´se habla´ con su otra hermana.
Lo dicho, todo quedaba ayer en familia. Y si no, que se lo pregunten a Vitor Faverani. Vitor, el chico díscolo, el mismo que posee unas cualidades impresionantes para triunfar en este deporte, quiso regalarle a los suyos su mejor actuación desde que regresó a Málaga.
Su madre y sus dos hermanos pequeños han venido de Brasil para pasar la Navidad con él. Y Vitor, feliz, ilusionado por reencontrarse con sus seres queridos, ansioso por volver a sentirse abrigado por el cariño familiar, brindó un partido soberbio y excepcional. Al descanso ya sumaba 18 puntos y 5 rebotes.
En el tercer cuarto, 26 tantos y rechaces. Pero ni semejante derroche le valía al Clínicas para ir por delante a esas alturas de choque. Todo lo contrario, los de Aurioles permitieron que La Palma tomase su máxima renta antes de afrontar el parcial definitivo: 56-59.
Luego, el ´otro´ yerno de los Rodríguez, Cortaberría, guió al Clínicas. Y feliz despedida de año: 78-75. En especial, para Faverani: ¡34 puntos, 9 rebotes y 42 de valoración!
Ojalá que el 2009 sea su año. Felicidades, Clínicas Rincón.

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