MELILLA HOY: Melilla convence a domicilio con una actuación sólida.
Los de Olmos suman cuatro victorias seguidas y el decano se afianza en el segundo puesto.

JAVIER SÁNCHEZ / S.C PALMA
Lección de baloncesto de Paco Olmos en La Palma. Las variantes defensivas ahogaron todas las alternativas en ataque de los insulares, víctimas de una plantilla amplia que ayer rotó a la perfección, y asentada con justicia en la zona noble de la tabla. Cuarta victoria consecutiva para un Melilla Baloncesto que funcionó como un bloque y que sigue la estela del Lucentum Alicante.
Sorprendió el Melilla con una zona de inicio, resuelta por los insulares con velocidad de balón y penetraciones continuas. Los visitantes, por su parte, confiaron los primeros minutos en su juego de perímetro. La Palma se hizo dueña de ambas canastas merced a la permisividad de los hombres altos melillenses, pero sus carencias en el juego cercano al aro le propiciaron las primeras ventajas a los visitantes, 9-15 en el minuto cinco.
Tras la vuelta por unos instantes a la defensa individual, sendos aciertos de Koffi provocaron que Paco Olmos ordenara el regreso a una 3-2 rota por un triple de Canals. Con el partido nivelado, gracias a los segundos y terceros tiros que en cada posesión obtenían los palmeros (18-19 en el minuto 8), Héctor García tomó las riendas de los suyos para mantener las exiguas ventajas con las que terminó imponiéndose su equipo al final del primer cuarto, 22-23.
El extenso banquillo de Melilla le permitió cambiar el equipo casi en bloque al inicio del segundo cuarto, y mantener la intensidad de juego mucho más asentado en una gran defensa y la velocidad de sus transiciones, 22-29 a los 13 minutos. La alternativa en este periodo la tomó Huertas para ampliar las distancias con dos triples casi consecutivos que abrieron las primeras brechas, un 29-39 a cuatro del descanso. Un triple de Jonzen, un 2+1 de Koffi y una bandeja de Suka en un suspiro volvieron a igualar el choque, con 37-40 en el minuto 18 de partido. El acierto final de Juanma Ruiz certificó el 37-42 al descanso, cinco arriba y buenas perspectivas para el equipo de Paco Olmos.
No abandonó el técnico valenciano su filosofía defensiva al regreso de los vestuarios, con alternativas entre la individual y la zona. Un error de banquillo del Melilla dejó sobre la pista a Nacho Romero, que cometió tres faltas consecutivas que lo eliminaron del partido en el minuto 22. Cuthbert Víctor consiguió imponer su poderío físico para ganar espacios bajo el aro, y estirar el electrónico, un 40-48 en el minuto 23.
Aunque Sala y Koffi trataron de tomar las riendas de La Palma, Juanma Ruiz, saliendo desde el banquillo, fue capaz de cortar de raíz desde el 6,25 cualquier acercamiento de los insulares.
Ganaba de ocho (50-58) Melilla en el minuto 26 de partido. El equipo estaba gustando y gustándose en todas las facetas del encuentro, sin que el factor cancha pesara y con confianza en las propias posibilidades. La defensa zonal terminó por atragantársele a los locales, y los melillenses alcanzaron rentas importantes tras un 2+1 de Huertas, un 50-61 en el minuto 28. Fergerson, sobre la bocina del tercer cuarto, certificó la superioridad de los de Olmos, con 53-66 en el marcador.
En otra cancha, y tras alcanzar los 16 puntos de ventaja, con sólo ocho minutos por jugar, cualquier equipo podría relajarse. Pero ‘Miraflores’ es diferente porque se ha convertido en un fortín en encuentros igualados. Así que Olmos apretaba a los suyos en cada defensa para terminar de desquiciar a un perdido U.B. La Palma.
Cada ataque norteafricano era un canto a la paciencia para evitar que el de siempre en los locales, Arrocha, acercara a los suyos en el electrónico. 59-75 a cinco minutos del final y cimientos muy bien puestos para asegurar otro éxito.
Los minutos finales sobraron. La Palma abusaba en exceso de los intentos de triples a la desesperada mientras el Melilla gestionó, con dos bases en la cancha, cada ataque con suma maestría. 74-85 final y victoria incontestable para un Melilla que es el primer equipo capaz de ganar en la cancha de La Palma en lo que va de Liga. Cuatro triunfos consecutivos para el conjunto de Olmos, más conjunto que nunca y atravesando una etapa de felicidad y esperanza que invita al optimismo. Así se gana.

JAVIER SÁNCHEZ / S.C PALMA
Lección de baloncesto de Paco Olmos en La Palma. Las variantes defensivas ahogaron todas las alternativas en ataque de los insulares, víctimas de una plantilla amplia que ayer rotó a la perfección, y asentada con justicia en la zona noble de la tabla. Cuarta victoria consecutiva para un Melilla Baloncesto que funcionó como un bloque y que sigue la estela del Lucentum Alicante.
Sorprendió el Melilla con una zona de inicio, resuelta por los insulares con velocidad de balón y penetraciones continuas. Los visitantes, por su parte, confiaron los primeros minutos en su juego de perímetro. La Palma se hizo dueña de ambas canastas merced a la permisividad de los hombres altos melillenses, pero sus carencias en el juego cercano al aro le propiciaron las primeras ventajas a los visitantes, 9-15 en el minuto cinco.
Tras la vuelta por unos instantes a la defensa individual, sendos aciertos de Koffi provocaron que Paco Olmos ordenara el regreso a una 3-2 rota por un triple de Canals. Con el partido nivelado, gracias a los segundos y terceros tiros que en cada posesión obtenían los palmeros (18-19 en el minuto 8), Héctor García tomó las riendas de los suyos para mantener las exiguas ventajas con las que terminó imponiéndose su equipo al final del primer cuarto, 22-23.
El extenso banquillo de Melilla le permitió cambiar el equipo casi en bloque al inicio del segundo cuarto, y mantener la intensidad de juego mucho más asentado en una gran defensa y la velocidad de sus transiciones, 22-29 a los 13 minutos. La alternativa en este periodo la tomó Huertas para ampliar las distancias con dos triples casi consecutivos que abrieron las primeras brechas, un 29-39 a cuatro del descanso. Un triple de Jonzen, un 2+1 de Koffi y una bandeja de Suka en un suspiro volvieron a igualar el choque, con 37-40 en el minuto 18 de partido. El acierto final de Juanma Ruiz certificó el 37-42 al descanso, cinco arriba y buenas perspectivas para el equipo de Paco Olmos.
No abandonó el técnico valenciano su filosofía defensiva al regreso de los vestuarios, con alternativas entre la individual y la zona. Un error de banquillo del Melilla dejó sobre la pista a Nacho Romero, que cometió tres faltas consecutivas que lo eliminaron del partido en el minuto 22. Cuthbert Víctor consiguió imponer su poderío físico para ganar espacios bajo el aro, y estirar el electrónico, un 40-48 en el minuto 23.
Aunque Sala y Koffi trataron de tomar las riendas de La Palma, Juanma Ruiz, saliendo desde el banquillo, fue capaz de cortar de raíz desde el 6,25 cualquier acercamiento de los insulares.
Ganaba de ocho (50-58) Melilla en el minuto 26 de partido. El equipo estaba gustando y gustándose en todas las facetas del encuentro, sin que el factor cancha pesara y con confianza en las propias posibilidades. La defensa zonal terminó por atragantársele a los locales, y los melillenses alcanzaron rentas importantes tras un 2+1 de Huertas, un 50-61 en el minuto 28. Fergerson, sobre la bocina del tercer cuarto, certificó la superioridad de los de Olmos, con 53-66 en el marcador.
En otra cancha, y tras alcanzar los 16 puntos de ventaja, con sólo ocho minutos por jugar, cualquier equipo podría relajarse. Pero ‘Miraflores’ es diferente porque se ha convertido en un fortín en encuentros igualados. Así que Olmos apretaba a los suyos en cada defensa para terminar de desquiciar a un perdido U.B. La Palma.
Cada ataque norteafricano era un canto a la paciencia para evitar que el de siempre en los locales, Arrocha, acercara a los suyos en el electrónico. 59-75 a cinco minutos del final y cimientos muy bien puestos para asegurar otro éxito.
Los minutos finales sobraron. La Palma abusaba en exceso de los intentos de triples a la desesperada mientras el Melilla gestionó, con dos bases en la cancha, cada ataque con suma maestría. 74-85 final y victoria incontestable para un Melilla que es el primer equipo capaz de ganar en la cancha de La Palma en lo que va de Liga. Cuatro triunfos consecutivos para el conjunto de Olmos, más conjunto que nunca y atravesando una etapa de felicidad y esperanza que invita al optimismo. Así se gana.

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