LA OPINIÓN: Pudo la necesidad .
El Socas Canarias sucumbe ante un UB La Palma que dejó a un lado la ansiedad para seguir con vida en la categoría.
CARLOS GARCÍA, ENVIADO ESPECIAL SANTA CRUZ DE LA PALMA
La necesidad se impuso a la dinámica positiva. El Socas Canarias no pudo atar de forma virtual y cayó derrotado de forma clara en su visita a un UB La Palma que hizo valer sus aprietos. Los locales se lo jugaban prácticamente todo, ya que una nueva derrota les hubiera condenado a la LEB Plata. Sin embargo, los de la Isla Bonita recuperaron el pundonor de antaño y ofrecieron su mejor versión para pasar por encima de un rival que ni siquiera tuvo ocasión de llegar a un final igualado para ver si a su oponente le temblaban las piernas. Entre el acierto de Sebas y Sala, y su trabajo en el arte de las marrullería, el UB llegó a disfrutar de hasta 25 de ventaja (79-54, 35´) para hacer que los últimos instantes casi sobraran.
El primer contratiempo de peso para los locales llegó con la segunda falta de Maras tras apenas minuto y medio de juego. Pero lejos de derrumbar su esquema, el obligado cambio del alemán dio mas variantes al juego local, ya que Koffi -se atrevió incluso con un triple- y sobre todo, Diene, se aprovecharon de los problemas canaristas en las segundas ayudas. Además, el cuadro aurinegro no terminaba de encontrarse cómodo en ataque. Martínez tuvo que pedir tiempo para arreglar el desajuste (10-2). Sin embargo, fue taparse la cabeza y dejar al descubierto los pies ya que el UB dejó de hacer daño en la pintura para recurrir a los triples. Primero Edwards y luego Sala, con dos, permitieron que los palmeros mantuvieran el colchón (19-11, 8´).
Pero tal y como ocurriera ante el Lleida, las rotaciones de los aurinegros les dieron, al menos en un primer arreón, considerables réditos. Entre Cabanas debajo del aro, González con las penetraciones y Fariña en el perímetro (12 puntos entre los tres), el Socas Canarias volvió a meterse en el choque (27-26). En el UB se respiraba tensión, ansiedad por saber que otra derrota era sentencia de muerte. Pero a su rescate salieron desde el banco Sebas y de nuevo Sala. El capitán con canastas inverosímiles de su sello personal, y el base con una visión primorosa para penetrar y doblar. Así, y gracias también a una buena defensa de anticipación sobre Donaldson, un parcial de 8-0 abrió de nuevo una gran brecha (46-31, 18´) que hizo soñar a los locales con su milagro.
El Canarias salió más enchufado e intenso en la segunda mitad. No le quedaba otra si quería optar al triunfo. El desequilibrio lo pusieron Detrick y Rost, lo que provocó mil quebraderos de cabeza en Domingo Rodríguez para intentar dar con la fórmula que frenara a los aleros laguneros (50-41). Parecía que había partido. La necesidad local jugaba a favor del Canarias y pese a un nuevo triple de ocho metros de Sala (56-43, 25´), los visitantes siguieron haciendo la goma (59-51, 30´).
Entonces, Sebas y Sala convirtieron el partido en una guerra psicológica. Arrocha forzó una falta en ataque y luego convirtió un triple que dejaron tocado al Canarias (66-51, 32´). Como buenos perros viejos, los dos blanquiazules tiraron el anzuelo en el que picaron Urreizti y González. El Socas Canarias terminó de decir adiós al partido. Un triple de Edwards y otro más de Sala pusieron la puntilla a un duelo que a punto estuvo de írsele de las manos a los colegiados por la tensión de ambos clubes. La decimocuarta tendrá que esperar..., el UB sigue con vida.
CARLOS GARCÍA, ENVIADO ESPECIAL SANTA CRUZ DE LA PALMA
La necesidad se impuso a la dinámica positiva. El Socas Canarias no pudo atar de forma virtual y cayó derrotado de forma clara en su visita a un UB La Palma que hizo valer sus aprietos. Los locales se lo jugaban prácticamente todo, ya que una nueva derrota les hubiera condenado a la LEB Plata. Sin embargo, los de la Isla Bonita recuperaron el pundonor de antaño y ofrecieron su mejor versión para pasar por encima de un rival que ni siquiera tuvo ocasión de llegar a un final igualado para ver si a su oponente le temblaban las piernas. Entre el acierto de Sebas y Sala, y su trabajo en el arte de las marrullería, el UB llegó a disfrutar de hasta 25 de ventaja (79-54, 35´) para hacer que los últimos instantes casi sobraran.
El primer contratiempo de peso para los locales llegó con la segunda falta de Maras tras apenas minuto y medio de juego. Pero lejos de derrumbar su esquema, el obligado cambio del alemán dio mas variantes al juego local, ya que Koffi -se atrevió incluso con un triple- y sobre todo, Diene, se aprovecharon de los problemas canaristas en las segundas ayudas. Además, el cuadro aurinegro no terminaba de encontrarse cómodo en ataque. Martínez tuvo que pedir tiempo para arreglar el desajuste (10-2). Sin embargo, fue taparse la cabeza y dejar al descubierto los pies ya que el UB dejó de hacer daño en la pintura para recurrir a los triples. Primero Edwards y luego Sala, con dos, permitieron que los palmeros mantuvieran el colchón (19-11, 8´).
Pero tal y como ocurriera ante el Lleida, las rotaciones de los aurinegros les dieron, al menos en un primer arreón, considerables réditos. Entre Cabanas debajo del aro, González con las penetraciones y Fariña en el perímetro (12 puntos entre los tres), el Socas Canarias volvió a meterse en el choque (27-26). En el UB se respiraba tensión, ansiedad por saber que otra derrota era sentencia de muerte. Pero a su rescate salieron desde el banco Sebas y de nuevo Sala. El capitán con canastas inverosímiles de su sello personal, y el base con una visión primorosa para penetrar y doblar. Así, y gracias también a una buena defensa de anticipación sobre Donaldson, un parcial de 8-0 abrió de nuevo una gran brecha (46-31, 18´) que hizo soñar a los locales con su milagro.
El Canarias salió más enchufado e intenso en la segunda mitad. No le quedaba otra si quería optar al triunfo. El desequilibrio lo pusieron Detrick y Rost, lo que provocó mil quebraderos de cabeza en Domingo Rodríguez para intentar dar con la fórmula que frenara a los aleros laguneros (50-41). Parecía que había partido. La necesidad local jugaba a favor del Canarias y pese a un nuevo triple de ocho metros de Sala (56-43, 25´), los visitantes siguieron haciendo la goma (59-51, 30´).
Entonces, Sebas y Sala convirtieron el partido en una guerra psicológica. Arrocha forzó una falta en ataque y luego convirtió un triple que dejaron tocado al Canarias (66-51, 32´). Como buenos perros viejos, los dos blanquiazules tiraron el anzuelo en el que picaron Urreizti y González. El Socas Canarias terminó de decir adiós al partido. Un triple de Edwards y otro más de Sala pusieron la puntilla a un duelo que a punto estuvo de írsele de las manos a los colegiados por la tensión de ambos clubes. La decimocuarta tendrá que esperar..., el UB sigue con vida.
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