DA: Toni Acosta no aguanta más.
"Que los jugadores dejen de ser como niños; no me importa su relación con el entrenador".
EFE / J. A. FELIPE / SANTA CRUZ
El presidente del UB La Palma, Toni Acosta, amenaza con tomar medidas drásticas si percibe síntomas de dejadez entre los jugadores en el partido que este viernes disputará el conjunto palmero contra el Axarquía en el pabellón de Miraflores.
Acosta, en declaraciones a Cope - La Palma, alzó la voz para advertir de que no permitirá "que se juegue con la imagen del club" por mucho que sepa que "hay que pensar con frialdad los pasos que hay que dar para evitar males mayores".
Reconoció que ha dejado pasar unos días tras la derrota contra Illescas "para tranquilizarme y luego actuar con frialdad" y no tomar decisiones que puedan perjudicar a "la dinámica y la economía" de la entidad.
Por "coherencia" descartó la toma de "medidas drásticas" de manera inmediata, pero advirtió: "Que no nos obliguen a tomar decisiones que no queremos".
"Si el equipo no se comporta como tiene que comportarse, es posible que pasen cosas. El aficionado puede estar tranquilo en el sentido de que, si los jugadores están pasotas de nuevo, la directiva no se va a quedar quieta. Los jugadores tienen la última palabra", dijo en forma de ultimátum.
El presidente del UB La Palma comparó la situación actual del equipo con "un fuego con muchos frentes que en ocasiones son difíciles de controlar" y negó que el origen de todo sean las desavenencias que pueda haber entre el técnico Domingo Rodríguez y el capitán Sebas Arrocha.
Y en el caso de que así fuera, afirmó: "No me queda otra que pedirle a los jugadores que dejen de ser unos niños y que no me importan las situaciones personales que puedan existir entre ellos ni con el entrenador. Que se comporten como profesionales, que para eso se les paga".
Un sufrimiento inmerecido
Toni Acosta entiende que "ni la afición ni la directiva se merecen lo que estamos viviendo en las últimas jornadas" e incluso cree que "el año pasado, tras descender en el último partido, casi estaba más contento que ahora que estamos prácticamente salvados".
Por tanto, le pidió al equipo un último esfuerzo por la afición, que "aguanta muchísimo" pero que teme se acabará cansando si los jugadores ofrecen "pasividad y la sensación de que no se están esforzando lo suficiente".
Se mostró dolido porque en la calle le hayan comentado que la UB "no va a ganar un partido más en lo que resta de temporada" y pidió a los jugadores "otra actitud" para hacer cambiar de opinión a la gente.
Al presidente de la UB La Palma no le valen las excusas de las lesiones para justificar la mala imagen dada por el equipo en este último tramo del campeonato.
Incapaz de poder pedir calma
"No puedo decir ahora que hay que tener calma, que hemos tenido lesionados o que no hemos podido trabajar bien durante la semana... en esta situación no le podemos pedir calma a nadie", aseveró.
A Acosta le "parece mentira" que sea él mismo quien "tenga que salir en los medios para pedirle a los aficionados que suban a Miraflores incluso a pitarle al equipo, pero que suban. Otra cosa ya no puedo decirles tal y como estamos".
No en vano, en opinión del directivo palmero esta temporada "se ha dejado escapar un tren", el de los play offs de ascenso, ya que cree que hay plantilla suficiente para haber luchado hasta el final por este objetivo. "Este año nos salió el doble seis pero no supimos aprovechar la jugada", lamentó.
Un privilegio que no puede perderse por malas actitudes
Hace siete jornadas, la UB la Palma esperaba la visita del Tenerife Rural. El equipo palmero era décimo tercero. Los de Domingo Rodríguez llegaban de perder en Melilla, pero sólo una fecha antes habían logrado doblegar al todopoderoso Lucentum Alicante en Miraflores. Los play offs estaban a sólo dos victorias, el pabellón palmero iba a registrar un lleno espectacular y La Palma soñaba con estar entre los mejores tras haber empezado sufriendo mucho el curso. Siete encuentros más tarde, la UBLa Palma tiene las 11 mismas victorias que aquel día. Sólo el nivel tan mediocre de los equipos que ocupan los últimos puestos de la clasificación, Rosalía, el ’farolillo rojo’ ha ganado únicamente seis partidos, mantienen a los palmeros en una situación desahogada.
Para una isla como La Palma, la LEBOro es un privilegio. Una suerte que no pueden permitirse capitales de provincia que viven tano baloncesto como Huelva o Girona. Sí, La Palma puede presumir de poder tener a un equipo dos categorías superiores a la del histórico Girona, casi dos décadas en ACB, y eso es responsabilidad directa de jugadores que por allí han pasado, de entrenadores que defendieron aquello como su propia tierra y de directivas que hicieron del trabajo, la austeridad y el rigor su bandera. No merecen lo de este último tramo. Nadie lo merece. Pero quizás ellos menos...
EFE / J. A. FELIPE / SANTA CRUZ
El presidente del UB La Palma, Toni Acosta, amenaza con tomar medidas drásticas si percibe síntomas de dejadez entre los jugadores en el partido que este viernes disputará el conjunto palmero contra el Axarquía en el pabellón de Miraflores.
Acosta, en declaraciones a Cope - La Palma, alzó la voz para advertir de que no permitirá "que se juegue con la imagen del club" por mucho que sepa que "hay que pensar con frialdad los pasos que hay que dar para evitar males mayores".
Reconoció que ha dejado pasar unos días tras la derrota contra Illescas "para tranquilizarme y luego actuar con frialdad" y no tomar decisiones que puedan perjudicar a "la dinámica y la economía" de la entidad.
Por "coherencia" descartó la toma de "medidas drásticas" de manera inmediata, pero advirtió: "Que no nos obliguen a tomar decisiones que no queremos".
"Si el equipo no se comporta como tiene que comportarse, es posible que pasen cosas. El aficionado puede estar tranquilo en el sentido de que, si los jugadores están pasotas de nuevo, la directiva no se va a quedar quieta. Los jugadores tienen la última palabra", dijo en forma de ultimátum.
El presidente del UB La Palma comparó la situación actual del equipo con "un fuego con muchos frentes que en ocasiones son difíciles de controlar" y negó que el origen de todo sean las desavenencias que pueda haber entre el técnico Domingo Rodríguez y el capitán Sebas Arrocha.
Y en el caso de que así fuera, afirmó: "No me queda otra que pedirle a los jugadores que dejen de ser unos niños y que no me importan las situaciones personales que puedan existir entre ellos ni con el entrenador. Que se comporten como profesionales, que para eso se les paga".
Un sufrimiento inmerecido
Toni Acosta entiende que "ni la afición ni la directiva se merecen lo que estamos viviendo en las últimas jornadas" e incluso cree que "el año pasado, tras descender en el último partido, casi estaba más contento que ahora que estamos prácticamente salvados".
Por tanto, le pidió al equipo un último esfuerzo por la afición, que "aguanta muchísimo" pero que teme se acabará cansando si los jugadores ofrecen "pasividad y la sensación de que no se están esforzando lo suficiente".
Se mostró dolido porque en la calle le hayan comentado que la UB "no va a ganar un partido más en lo que resta de temporada" y pidió a los jugadores "otra actitud" para hacer cambiar de opinión a la gente.
Al presidente de la UB La Palma no le valen las excusas de las lesiones para justificar la mala imagen dada por el equipo en este último tramo del campeonato.
Incapaz de poder pedir calma
"No puedo decir ahora que hay que tener calma, que hemos tenido lesionados o que no hemos podido trabajar bien durante la semana... en esta situación no le podemos pedir calma a nadie", aseveró.
A Acosta le "parece mentira" que sea él mismo quien "tenga que salir en los medios para pedirle a los aficionados que suban a Miraflores incluso a pitarle al equipo, pero que suban. Otra cosa ya no puedo decirles tal y como estamos".
No en vano, en opinión del directivo palmero esta temporada "se ha dejado escapar un tren", el de los play offs de ascenso, ya que cree que hay plantilla suficiente para haber luchado hasta el final por este objetivo. "Este año nos salió el doble seis pero no supimos aprovechar la jugada", lamentó.
Un privilegio que no puede perderse por malas actitudes
Hace siete jornadas, la UB la Palma esperaba la visita del Tenerife Rural. El equipo palmero era décimo tercero. Los de Domingo Rodríguez llegaban de perder en Melilla, pero sólo una fecha antes habían logrado doblegar al todopoderoso Lucentum Alicante en Miraflores. Los play offs estaban a sólo dos victorias, el pabellón palmero iba a registrar un lleno espectacular y La Palma soñaba con estar entre los mejores tras haber empezado sufriendo mucho el curso. Siete encuentros más tarde, la UBLa Palma tiene las 11 mismas victorias que aquel día. Sólo el nivel tan mediocre de los equipos que ocupan los últimos puestos de la clasificación, Rosalía, el ’farolillo rojo’ ha ganado únicamente seis partidos, mantienen a los palmeros en una situación desahogada.
Para una isla como La Palma, la LEBOro es un privilegio. Una suerte que no pueden permitirse capitales de provincia que viven tano baloncesto como Huelva o Girona. Sí, La Palma puede presumir de poder tener a un equipo dos categorías superiores a la del histórico Girona, casi dos décadas en ACB, y eso es responsabilidad directa de jugadores que por allí han pasado, de entrenadores que defendieron aquello como su propia tierra y de directivas que hicieron del trabajo, la austeridad y el rigor su bandera. No merecen lo de este último tramo. Nadie lo merece. Pero quizás ellos menos...
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