EL DIA: Vivir en la gloria o ir al infierno .
La Palma tiene nueve victorias, está en zona de descenso y se enfrenta a uno de los equipos que están en el pelotón que marca la línea de salvación, con diez triunfos, lo que deja al descubierto, por sí mismo, la importancia del choque.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
La Palma jugará con presión. Parece hasta gracioso, pero es verdad. Hasta hoy, a partir de las 20:45 horas, el "UB" jugaba con todo a ganar porque tenía todo perdido. Ya estaba condenado, era "carne" de descenso y las derrotas eran simplemente rayas para tigres. Pero fue ganando. Un partido. Luego otro. Más tarde, el tercero. Ya lleva cuatro consecutivos. Se metió, por orgullo, en la lucha por la permanencia, no se quiere ir de LEB y, ya sí, cada partido será por sobrevivir.
Esta noche no es un partido cualquiera. Es diferente. La Palma va con paso firme y se mide al CB Alcudia con la obligación, ¡como es la vida!, de ganar. ¿Quién es el rival?, el Palma Aqua Mágica. Son las cosas del dinero. El patrocinador que pagaba se fue y, por tanto, tuvo que cambiar de nombre. Con ellos, en el banco, está Eloy Doce, aquel entrenador "gris" que la temporada pasada cumplió y bien con los mínimos objetivos del representativo palmero y que, sin embargo, no fue renovado. Ya se sabe, diferencias internas que no salen a la luz, nadie las contó en público y, por ello, el aficionado nunca entendió su marcha, para que, en el fondo, nadie salga perjudicado.
Los árbitros. El encuentro, que se jugará en el pabellón insular de Miraflores, pertenece a la vigésimo novena jornada (¡qué poco queda!) y será dirigido por el madrileño Sánchez Martín y el asturiano Martínez Prada. Tal y como reclamó el presidente del La Palma, Antonio Acosta, esta misma semana en EL DÍA, que los árbitros no miren la clasificación y hagan bien su trabajo. Los beneficios de este compromiso serán cedidos e irán destinados a la asamblea insular de Cruz Roja, que cada año se lleva la taquilla de un partido del "UB" en agradecimiento por su desinteresada colaboración durante toda la temporada. Sí, son de aquellas cosas merecidas y de aquellos gestos que, también, engrandecen a un Club.
El entrenador de La Palma, Domingo Rodríguez, podrá contar con la totalidad de su plantilla, siempre y cuando los pívots Isma Torres y Diene no se resientan de los problemas de rodilla que les han impedido actuar con normalidad en el último tramo de la competición. Son dos jugadores muy importantes porque ofrecen minutos de calidad y, sobre todo, porque tienen esa dureza que mejora la concentración y efectividad de la defensa local.
La afición . Fuera de la cancha, aunque muy cerca, está la grada. Es cierto que Miraflores no es un pabellón grande, más bien al contrario, con capacidad para menos de 2.000 personas, pero la verdad es que el aficionado jugará hoy, como antaño, como siempre, un papel clave. El "infierno" es distinto cuando está lleno. El "diablo" Arrocha, el capitán, ya pedía esta semana que el polideportivo fuera "una olla a presión".
Sí, no le falta razón. La historia dice que cuando la cancha palmera está llena, sobre todo en los momentos claves, el UB La Palma CajaCanarias no suele fallar. No es una leyenda urbana. Es una realidad que hoy debe mantenerse.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
La Palma jugará con presión. Parece hasta gracioso, pero es verdad. Hasta hoy, a partir de las 20:45 horas, el "UB" jugaba con todo a ganar porque tenía todo perdido. Ya estaba condenado, era "carne" de descenso y las derrotas eran simplemente rayas para tigres. Pero fue ganando. Un partido. Luego otro. Más tarde, el tercero. Ya lleva cuatro consecutivos. Se metió, por orgullo, en la lucha por la permanencia, no se quiere ir de LEB y, ya sí, cada partido será por sobrevivir.
Esta noche no es un partido cualquiera. Es diferente. La Palma va con paso firme y se mide al CB Alcudia con la obligación, ¡como es la vida!, de ganar. ¿Quién es el rival?, el Palma Aqua Mágica. Son las cosas del dinero. El patrocinador que pagaba se fue y, por tanto, tuvo que cambiar de nombre. Con ellos, en el banco, está Eloy Doce, aquel entrenador "gris" que la temporada pasada cumplió y bien con los mínimos objetivos del representativo palmero y que, sin embargo, no fue renovado. Ya se sabe, diferencias internas que no salen a la luz, nadie las contó en público y, por ello, el aficionado nunca entendió su marcha, para que, en el fondo, nadie salga perjudicado.
Los árbitros. El encuentro, que se jugará en el pabellón insular de Miraflores, pertenece a la vigésimo novena jornada (¡qué poco queda!) y será dirigido por el madrileño Sánchez Martín y el asturiano Martínez Prada. Tal y como reclamó el presidente del La Palma, Antonio Acosta, esta misma semana en EL DÍA, que los árbitros no miren la clasificación y hagan bien su trabajo. Los beneficios de este compromiso serán cedidos e irán destinados a la asamblea insular de Cruz Roja, que cada año se lleva la taquilla de un partido del "UB" en agradecimiento por su desinteresada colaboración durante toda la temporada. Sí, son de aquellas cosas merecidas y de aquellos gestos que, también, engrandecen a un Club.
El entrenador de La Palma, Domingo Rodríguez, podrá contar con la totalidad de su plantilla, siempre y cuando los pívots Isma Torres y Diene no se resientan de los problemas de rodilla que les han impedido actuar con normalidad en el último tramo de la competición. Son dos jugadores muy importantes porque ofrecen minutos de calidad y, sobre todo, porque tienen esa dureza que mejora la concentración y efectividad de la defensa local.
La afición . Fuera de la cancha, aunque muy cerca, está la grada. Es cierto que Miraflores no es un pabellón grande, más bien al contrario, con capacidad para menos de 2.000 personas, pero la verdad es que el aficionado jugará hoy, como antaño, como siempre, un papel clave. El "infierno" es distinto cuando está lleno. El "diablo" Arrocha, el capitán, ya pedía esta semana que el polideportivo fuera "una olla a presión".
Sí, no le falta razón. La historia dice que cuando la cancha palmera está llena, sobre todo en los momentos claves, el UB La Palma CajaCanarias no suele fallar. No es una leyenda urbana. Es una realidad que hoy debe mantenerse.
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