EL DIA: ¡"UB" arrolla a Tenerife!.
La Palma ganó ayer con demasiada facilidad al conjunto de Rafa Sanz, gracias sobre todo al mejor juego colectivo y a las mayores gotas de calidad de Albert, Arrocha y Taylor. En los visitantes, poco intensos, sólo destacó el acierto en el lanzamiento de Fran Sánchez.
73-53
UB LA PALMA TENERIFE RURAL
Albert (13) Edu Sánchez (6)
Taylor (14) Barbour (4)
Bárcenas (11) Arteaga (-)
Edwards (1) Virgil (3)
Arrocha (12) Iván Rodríguez (1)
Mena (2) Cortaberría (3)
Wachsmann (9) Sabat (3)
Liñán (6) Pérez (6)
Martín (-) Fran Sánchez (18)
Sestokas (5) Coego (9)
ÁRBITROS:
Iván Díaz y Manolo Cabrera. Un poco "caserillos".
PARCIALES:
6-3, 19-9, 26-18, 38-25, -descanso-, 51-27, 60-39, 62-44 y 73-53.
INCIDENCIAS:
Encuentro de la Copa Gobierno de Canarias, disputado en el pabellón insular de Miraflores ante unos 800 espectadores.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
Los amistosos te despistan. A todos. No sabes qué es verdad y dónde te mienten. La Palma ganó de 20, pero sientes, lo intuyes, que aquel 73-53 es un "ligue" de discoteca. Está oscuro y no sabes lo que te "llevas". Tenerife pareció, si no es así que el cielo lo ayude, que escondía cartas. Un ensayo sin conclusiones grandilocuentes. Ni para alegrías desmesuradas ni para sacar el pañuelo y morirse de pena.
La Palma ya jugó el arranque más enchufada. Su baloncesto es "raro". Cuatro abiertos, sólo un pivot de verdad (Albert) y el resto son "tipos" que les pones la mano en la frente o te tiran de la línea amarilla que un día alguien, se levantó "iluminado", decidió pintar. Con aquellas "cositas", el "UB" se fue distanciando. Primero 6-3 y luego 19-9. Un par de triples de Edu Sánchez, la entrada de Javi Pérez y una canasta de tres de Cortaberría (¿sabías tirar?) fueron poca cosa para enfrentarse con un rival más colectivo, con más "hambre" por agradar.
Por aquel entonces, Albert ya era "internacional". Coego se lamentaba en cada acción. Sí, vale, es bueno que se "caliente", pero no estaría mal que en alguna acertara. Ya era el tercer cuarto, Tenerife perdía de... ¿de cuántos era? Bueno, de un montón. Rafa Sanz pidió tiempo muerto. Aunque sea de entrenamiento, nadie quiere aguantar un palizón. Y si alguien dice lo contrario, miente. Los tinerfeños tenían un problema. Y, para su juego, es grave. Virgil "pasó" de todo. No quiso meter ni una mano. Jugó más de 27 minutos y nunca fue él. Y entre tanto, acciones de Arrocha, puntos de Bárcenas, otros de Taylor... 60-39.
Antes de arrancar el último cuarto, ya sabías que La Palma ganaría. Es como ver una de Fernando Esteso y entender que a la sueca le gustará. A ninguna más, pero a ella sí. Esto es igual.
Un momento. Aquellos diez minutos finales fueron distintos. El Tenerife se los tomó de otra manera. Rafa Sanz ordenó, lo mandó, defender con más orgullo. Trabajar detrás, bajar aquello donde la espalda pierde su nombre y ser un colectivo. Arriba, en la ofensiva los visitantes sólo tuvieron a Fran Sánchez, el resto no vio el aro, pero el "UB" ya tuvo más problemas, bastantes más, para atacar con soltura.
Al final, 73-53 tras un último cuarto con un parcial de infantiles, 13-14. Lo mejor, para no darse con la puerta en el tronco de la oreja, es esperar una semana. En ese momento, ya veremos qué ocurre.
73-53
UB LA PALMA TENERIFE RURAL
Albert (13) Edu Sánchez (6)
Taylor (14) Barbour (4)
Bárcenas (11) Arteaga (-)
Edwards (1) Virgil (3)
Arrocha (12) Iván Rodríguez (1)
Mena (2) Cortaberría (3)
Wachsmann (9) Sabat (3)
Liñán (6) Pérez (6)
Martín (-) Fran Sánchez (18)
Sestokas (5) Coego (9)
ÁRBITROS:
Iván Díaz y Manolo Cabrera. Un poco "caserillos".
PARCIALES:
6-3, 19-9, 26-18, 38-25, -descanso-, 51-27, 60-39, 62-44 y 73-53.
INCIDENCIAS:
Encuentro de la Copa Gobierno de Canarias, disputado en el pabellón insular de Miraflores ante unos 800 espectadores.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
Los amistosos te despistan. A todos. No sabes qué es verdad y dónde te mienten. La Palma ganó de 20, pero sientes, lo intuyes, que aquel 73-53 es un "ligue" de discoteca. Está oscuro y no sabes lo que te "llevas". Tenerife pareció, si no es así que el cielo lo ayude, que escondía cartas. Un ensayo sin conclusiones grandilocuentes. Ni para alegrías desmesuradas ni para sacar el pañuelo y morirse de pena.
La Palma ya jugó el arranque más enchufada. Su baloncesto es "raro". Cuatro abiertos, sólo un pivot de verdad (Albert) y el resto son "tipos" que les pones la mano en la frente o te tiran de la línea amarilla que un día alguien, se levantó "iluminado", decidió pintar. Con aquellas "cositas", el "UB" se fue distanciando. Primero 6-3 y luego 19-9. Un par de triples de Edu Sánchez, la entrada de Javi Pérez y una canasta de tres de Cortaberría (¿sabías tirar?) fueron poca cosa para enfrentarse con un rival más colectivo, con más "hambre" por agradar.
Por aquel entonces, Albert ya era "internacional". Coego se lamentaba en cada acción. Sí, vale, es bueno que se "caliente", pero no estaría mal que en alguna acertara. Ya era el tercer cuarto, Tenerife perdía de... ¿de cuántos era? Bueno, de un montón. Rafa Sanz pidió tiempo muerto. Aunque sea de entrenamiento, nadie quiere aguantar un palizón. Y si alguien dice lo contrario, miente. Los tinerfeños tenían un problema. Y, para su juego, es grave. Virgil "pasó" de todo. No quiso meter ni una mano. Jugó más de 27 minutos y nunca fue él. Y entre tanto, acciones de Arrocha, puntos de Bárcenas, otros de Taylor... 60-39.
Antes de arrancar el último cuarto, ya sabías que La Palma ganaría. Es como ver una de Fernando Esteso y entender que a la sueca le gustará. A ninguna más, pero a ella sí. Esto es igual.
Un momento. Aquellos diez minutos finales fueron distintos. El Tenerife se los tomó de otra manera. Rafa Sanz ordenó, lo mandó, defender con más orgullo. Trabajar detrás, bajar aquello donde la espalda pierde su nombre y ser un colectivo. Arriba, en la ofensiva los visitantes sólo tuvieron a Fran Sánchez, el resto no vio el aro, pero el "UB" ya tuvo más problemas, bastantes más, para atacar con soltura.
Al final, 73-53 tras un último cuarto con un parcial de infantiles, 13-14. Lo mejor, para no darse con la puerta en el tronco de la oreja, es esperar una semana. En ese momento, ya veremos qué ocurre.
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