CANARIAS 7: La Palma, escala de madurez.
David Ojeda / Santa Cruz de La Palma
Fue proponerse el asunto y el trato fue inmediato. El Gran Canaria y el UB La Palma sellaron este verano un acuerdo de colaboración que reforzaba los vínculos existentes tiempo atrás entre ambas entidades. Hoy, La Palma es paso intermedio entre la cantera claretiana y el emblema en ACB. «Un éxito», afirman las dos partes.
Aunque ha encadenado tres derrotas consecutivas frente a Tarragona (80-79), Melilla (97-88) y Lleida (68-70), el balance de La Palma en LEB Oro está siendo extraordinario, con siete victorias por cinco derrotas. Sin embargo, y aunque el equipo palmero sigue en disposición de pelear por el ascenso a la ACB, todos tienen claro que ese no es el objetivo. Al menos, no con el que se firmó la colaboración entre ambos.
La Palma es una plaza clásica dentro del segundo escalón del baloncesto nacional, donde ha competido ininterrumpidamente desde 2003. Pese a ello, su objetivo siempre es el de tener una permanencia tranquila. Ahí es donde entra en escena el Gran Canaria. Con su primer filial en la EBA, la institución claretiana brindó su apoyo al equipo palmero con un acuerdo que pronto convenció a ambas partes. Es decir, el Gran Canaria cede a La Palma a jugadores en franca progresión para ayudar a los palmeros ha conseguir su objetivo. A cambio, evalúa en un escalón superior al que dispone en su política de cantera la progresión de sus figuras más emergentes.
Ya hace años que ambos equipos mantienen una relación cordial y cercana, como muestra la presencia la temporada pasada en el conjunto LEB del ala-pívot colombiano Juan Palacios. Pero este año el desembarco ha sido absoluto, empezando por Carlos Frade, que las últimas cinco temporadas ha trabajado como ayudante de Salva Maldonado y Pedro Martínez, y que ahora, como primer técnico, ejerce de tutor en La Palma. Junto a él cinco jugadores inscritos en competición: Álex López, Óscar Alvarado, Roeland Schaftenaar, Christian Díaz, el mencionado palacios, y el africano Seydou Ndiaye, que no compite pero que ayuda a Frade a completar sesiones.
Carlos Frade, al frente del día a día de esta sinergia, es claro cuando puntualiza los motivos que hacen apropiada la vinculación entre ambas entidades. «Independientemente de como salga el resultado, ha sido un gran acierto para el Gran Canaria llegar a este acuerdo con La Palma. Era necesario para el club, al igual que era un paso ideal para La Palma. Lo es porque permitirá a los jugadores jóvenes estar mejor preparados para la ACB después de haberse enfrentado a muchos problemas en una categoría muy exigente como es la LEB Oro», significa.
Su razonamiento no es exclusivo, y se encuentra con la respuesta simétrica del director general del Gran Canaria Himar Ojeda. «Este acuerdo va muy bien. Allí están trabajando perfectamente, y tenemos inmejorables informes de lo mucho que están mejorando nuestros canteranos», asevera convencido.
COMPETIR Y CRECER. Frade, cuyo currículo cuenta con experiencias tan singulares como la de entrenador ayudante en la selección de Hong Kong, manifiesta cuáles son los principios de este proyecto. «Tenemos un objetivo doble. El competitivo de estar lo mejor posible y salvar la categoría sin apuros, que es muy complicado. Y el otro es el de mejorar y dar pasos en la formación de los jugadores jóvenes del Gran Canaria. No es fácil conjuntar las dos cosas, pero desde el principio no está saliendo bien juntar los dos conceptos», manifiesta el técnico.
Por el momento, el objetivo está cumplido: «Estamos por encima de las expectativas que tenía todo el mundo. Para mí era una incógnita. Los buenos resultados del primer mes nos hace mucho más fácil las cosas. Aunque todavía queda mucha tela por cortar», dice Frade; «que tengan siete victorias a estas alturas es increíble», expone Ojeda.
Fue proponerse el asunto y el trato fue inmediato. El Gran Canaria y el UB La Palma sellaron este verano un acuerdo de colaboración que reforzaba los vínculos existentes tiempo atrás entre ambas entidades. Hoy, La Palma es paso intermedio entre la cantera claretiana y el emblema en ACB. «Un éxito», afirman las dos partes.
Aunque ha encadenado tres derrotas consecutivas frente a Tarragona (80-79), Melilla (97-88) y Lleida (68-70), el balance de La Palma en LEB Oro está siendo extraordinario, con siete victorias por cinco derrotas. Sin embargo, y aunque el equipo palmero sigue en disposición de pelear por el ascenso a la ACB, todos tienen claro que ese no es el objetivo. Al menos, no con el que se firmó la colaboración entre ambos.
La Palma es una plaza clásica dentro del segundo escalón del baloncesto nacional, donde ha competido ininterrumpidamente desde 2003. Pese a ello, su objetivo siempre es el de tener una permanencia tranquila. Ahí es donde entra en escena el Gran Canaria. Con su primer filial en la EBA, la institución claretiana brindó su apoyo al equipo palmero con un acuerdo que pronto convenció a ambas partes. Es decir, el Gran Canaria cede a La Palma a jugadores en franca progresión para ayudar a los palmeros ha conseguir su objetivo. A cambio, evalúa en un escalón superior al que dispone en su política de cantera la progresión de sus figuras más emergentes.
Ya hace años que ambos equipos mantienen una relación cordial y cercana, como muestra la presencia la temporada pasada en el conjunto LEB del ala-pívot colombiano Juan Palacios. Pero este año el desembarco ha sido absoluto, empezando por Carlos Frade, que las últimas cinco temporadas ha trabajado como ayudante de Salva Maldonado y Pedro Martínez, y que ahora, como primer técnico, ejerce de tutor en La Palma. Junto a él cinco jugadores inscritos en competición: Álex López, Óscar Alvarado, Roeland Schaftenaar, Christian Díaz, el mencionado palacios, y el africano Seydou Ndiaye, que no compite pero que ayuda a Frade a completar sesiones.
Carlos Frade, al frente del día a día de esta sinergia, es claro cuando puntualiza los motivos que hacen apropiada la vinculación entre ambas entidades. «Independientemente de como salga el resultado, ha sido un gran acierto para el Gran Canaria llegar a este acuerdo con La Palma. Era necesario para el club, al igual que era un paso ideal para La Palma. Lo es porque permitirá a los jugadores jóvenes estar mejor preparados para la ACB después de haberse enfrentado a muchos problemas en una categoría muy exigente como es la LEB Oro», significa.
Su razonamiento no es exclusivo, y se encuentra con la respuesta simétrica del director general del Gran Canaria Himar Ojeda. «Este acuerdo va muy bien. Allí están trabajando perfectamente, y tenemos inmejorables informes de lo mucho que están mejorando nuestros canteranos», asevera convencido.
COMPETIR Y CRECER. Frade, cuyo currículo cuenta con experiencias tan singulares como la de entrenador ayudante en la selección de Hong Kong, manifiesta cuáles son los principios de este proyecto. «Tenemos un objetivo doble. El competitivo de estar lo mejor posible y salvar la categoría sin apuros, que es muy complicado. Y el otro es el de mejorar y dar pasos en la formación de los jugadores jóvenes del Gran Canaria. No es fácil conjuntar las dos cosas, pero desde el principio no está saliendo bien juntar los dos conceptos», manifiesta el técnico.
Por el momento, el objetivo está cumplido: «Estamos por encima de las expectativas que tenía todo el mundo. Para mí era una incógnita. Los buenos resultados del primer mes nos hace mucho más fácil las cosas. Aunque todavía queda mucha tela por cortar», dice Frade; «que tengan siete victorias a estas alturas es increíble», expone Ojeda.
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