EL DIA: UB La Palma sigue mirando al cielo.
El equipo palmero ganó al Tarragona y mantiene sus opciones de jugar el "play-off" Llegó al final con un marcador igualado, pero una canasta de Sebas fue determinante Le queda jugar en Breogán y recibir al Cáceres en Miraflores.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
La Palma ganó por 84-79 al CB Tarragona y mantiene intactas sus opciones en la lucha por jugar por "play-off" de ascenso. Destacar en la anotación... ¡qué va! Uno ya no sabe escribir así. Me aburro. Me viene a la mente la voz de Matías Prats (padre) en aquellas radios plateadas de botones negros, grandes y gordos, narrando algún gol de Puskas. Al contrario, contarle que San Pedro es seguramente del "UB". Imagínelo con la bufanda azul y blanca en las puertas del cielo, con un "oé, oé, oé...". En la tierra, el "enviado" es Sebas. Es el "jodido" amo. Él decide casi siempre y ayer puso a los nuestros más cerca del cielo.
Faltaba un minuto. Justamente uno. Ellos ganaban 76-77. Lo propio atacaba. Lo ajeno defendía. Arrocha pidió el balón, amagó a su defensor con partir hacia canasta, pero se levantó y la metió de tres. Esa fue la jugada clave. Es como agarrar la tabla de los mandamientos (que tenía que pesar) y mandártela en los dientes. Aquella acción evitó que el "UB" se cayera. Luego, llegó el aplomo desde los tiros libres de García o Palacios, en el intento ajeno por reducir ventajas, o aquellas buenas defensas, pero si el pequeño "santo" no la mete, adiós sueño y adiós temporada. Así de evidente. Pero la metió, sin tocar aro, y ahora jugar entre los grandes sigue vivo. Es difícil, pero real.
Antes pasaron muchas cosas. Unas buenas y otras que te hacen dudar. El primer cuarto fue igualado. Rafa Sanz prepara los partidos por "desgaste". Hay que correr, tirar y, si se puede, meter. Lo ajeno que aguante hasta que pueda. Fue un 22-22 con buen juego de Mena, aciertos de Olmos y ayudas, sin grandes "alegrías", de casi todos contra un base anotador, Rodríguez, y un "3" de calidad, Hess. Pero mire, no era un baloncesto brillante, más bien torpón, de músculo, de miedos a fallar, con flojos porcentajes pese a lo elevado del marcador.
El segundo cuarto fue de Palacios. Acaba la temporada y uno no acaba de saber qué jugador es. Tiene minutos de ACB y otros que parece sentirse desplazado. Ayer, cuando lo ajeno dio un paso al frente, siempre con Hess y Rodríguez de referencia (Kiefer se le vio lesionado), La Palma encontró a su americano. Es un "3" que juega de "4" o un "4" que sale a la posición de alero. Es difícil calibrarlo. Metió 14 puntos en diez minutos, con 20 de valoración, con triples, con canastas de dos, de uno... Fue determinante para poner al "UB" por delante, 45-42.
En aquellos dos períodos quedó algo en evidencia. Es un detalle determinante para un futuro cercano. La Palma no tiene a Ibarra. Juega, pero no es él. Si el "lata" jugara, al menos mostrara ese orgullo y agresividad de todo argentino, si no dejara tan solo a Mena, el "UB" daba un salto de calidad de incalculable valor, pero se pierde en disputas absurdas, en detalles insignificantes... Debe volver para lo que queda.
Tras el descanso, La Palma dio una vuelta a la tuerca. Un apretón. Metió Padgett, Arrocha (tiros libres), Mena (tiros libres) y otra vez Arrocha (tiros libres) ante un rival sin juego interior y esperando el triple de Hess, que lo metió. Luego, entró Ibarra y el base ajeno metió cuatro puntos seguidos. Era lo único por arreglar. El resto, de pelea, sin magia, pero robusto, duro, eficaz. Padgett, Olmos y Palacios pusieron un 64-54 que parecía definitivo. Hasta San Pedro se relajó. Normalmente, en tiempo de partido no abre la puerta. Coge turno (los que llegan arriba) y espérate al final.
En el último período, Rafa Sanz puso un quinteto defensivo, con García y Gruber en las alas y debajo Olmos y Padgett. Es cierto que frenó el intento de reacción de los catalanes. Son muchas manos que se mueven deprisa, que aprietan el espacio, que te pisan los pies... pero arriba no tienen "manos". Ellos fueron remontando, pasito a pasito, con Mesa, Seawright, Oglesby... Se pusieron 71-68. Estos matan a uno algún día. Sebas metió un triple, pero ellos lograron otro y una canasta de dos. Iban 74-73. Luego, se pusieron por delante.
Hasta contándolo, aún sabiendo lo que ocurrió, a las doce de la noche, me sudan las manos. Al final, ya sabe lo que pasó: apareció el "diablo". El chico de San Sebastián allanó el camino. Es un tipo especial. Te puede caer bien o mal, pero es genial. Si fuera mago, de un sombrero sacaba un león. Pero juega al baloncesto y lo hace casi como Dios.
UB La Palma: Padgett (13), Bonhome (3), Palacios (21), Arrocha (13), Mena (14), -inicial-, Olmos (10), Gruber (4), Ibarra (-), Orfila (-) y García (6).
Tarragona: Mendiburu (2), Rodríguez (22), Mesa (5), Kiefer (6), Hess (23), -inicial-, Alvarez (-), Oglesby (11), Diouf (-), Seawright (10).
Árbitros: De Lucas y Carpallo Miguelez. Sencillamente bien, aunque se pueden ahorrar algunos gestos de superioridad que no son necesarios. Excluyeron con cinco faltas a Ibarra.
Parciales: 13-10, 22-22, 29-34, 45-42, 53-50, 64-54, 71-68 y 84-79.
Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón insular de Miraflores antes unos 1.000 aficionados.
V. MARTÍN, S/C de La Palma
La Palma ganó por 84-79 al CB Tarragona y mantiene intactas sus opciones en la lucha por jugar por "play-off" de ascenso. Destacar en la anotación... ¡qué va! Uno ya no sabe escribir así. Me aburro. Me viene a la mente la voz de Matías Prats (padre) en aquellas radios plateadas de botones negros, grandes y gordos, narrando algún gol de Puskas. Al contrario, contarle que San Pedro es seguramente del "UB". Imagínelo con la bufanda azul y blanca en las puertas del cielo, con un "oé, oé, oé...". En la tierra, el "enviado" es Sebas. Es el "jodido" amo. Él decide casi siempre y ayer puso a los nuestros más cerca del cielo.
Faltaba un minuto. Justamente uno. Ellos ganaban 76-77. Lo propio atacaba. Lo ajeno defendía. Arrocha pidió el balón, amagó a su defensor con partir hacia canasta, pero se levantó y la metió de tres. Esa fue la jugada clave. Es como agarrar la tabla de los mandamientos (que tenía que pesar) y mandártela en los dientes. Aquella acción evitó que el "UB" se cayera. Luego, llegó el aplomo desde los tiros libres de García o Palacios, en el intento ajeno por reducir ventajas, o aquellas buenas defensas, pero si el pequeño "santo" no la mete, adiós sueño y adiós temporada. Así de evidente. Pero la metió, sin tocar aro, y ahora jugar entre los grandes sigue vivo. Es difícil, pero real.
Antes pasaron muchas cosas. Unas buenas y otras que te hacen dudar. El primer cuarto fue igualado. Rafa Sanz prepara los partidos por "desgaste". Hay que correr, tirar y, si se puede, meter. Lo ajeno que aguante hasta que pueda. Fue un 22-22 con buen juego de Mena, aciertos de Olmos y ayudas, sin grandes "alegrías", de casi todos contra un base anotador, Rodríguez, y un "3" de calidad, Hess. Pero mire, no era un baloncesto brillante, más bien torpón, de músculo, de miedos a fallar, con flojos porcentajes pese a lo elevado del marcador.
El segundo cuarto fue de Palacios. Acaba la temporada y uno no acaba de saber qué jugador es. Tiene minutos de ACB y otros que parece sentirse desplazado. Ayer, cuando lo ajeno dio un paso al frente, siempre con Hess y Rodríguez de referencia (Kiefer se le vio lesionado), La Palma encontró a su americano. Es un "3" que juega de "4" o un "4" que sale a la posición de alero. Es difícil calibrarlo. Metió 14 puntos en diez minutos, con 20 de valoración, con triples, con canastas de dos, de uno... Fue determinante para poner al "UB" por delante, 45-42.
En aquellos dos períodos quedó algo en evidencia. Es un detalle determinante para un futuro cercano. La Palma no tiene a Ibarra. Juega, pero no es él. Si el "lata" jugara, al menos mostrara ese orgullo y agresividad de todo argentino, si no dejara tan solo a Mena, el "UB" daba un salto de calidad de incalculable valor, pero se pierde en disputas absurdas, en detalles insignificantes... Debe volver para lo que queda.
Tras el descanso, La Palma dio una vuelta a la tuerca. Un apretón. Metió Padgett, Arrocha (tiros libres), Mena (tiros libres) y otra vez Arrocha (tiros libres) ante un rival sin juego interior y esperando el triple de Hess, que lo metió. Luego, entró Ibarra y el base ajeno metió cuatro puntos seguidos. Era lo único por arreglar. El resto, de pelea, sin magia, pero robusto, duro, eficaz. Padgett, Olmos y Palacios pusieron un 64-54 que parecía definitivo. Hasta San Pedro se relajó. Normalmente, en tiempo de partido no abre la puerta. Coge turno (los que llegan arriba) y espérate al final.
En el último período, Rafa Sanz puso un quinteto defensivo, con García y Gruber en las alas y debajo Olmos y Padgett. Es cierto que frenó el intento de reacción de los catalanes. Son muchas manos que se mueven deprisa, que aprietan el espacio, que te pisan los pies... pero arriba no tienen "manos". Ellos fueron remontando, pasito a pasito, con Mesa, Seawright, Oglesby... Se pusieron 71-68. Estos matan a uno algún día. Sebas metió un triple, pero ellos lograron otro y una canasta de dos. Iban 74-73. Luego, se pusieron por delante.
Hasta contándolo, aún sabiendo lo que ocurrió, a las doce de la noche, me sudan las manos. Al final, ya sabe lo que pasó: apareció el "diablo". El chico de San Sebastián allanó el camino. Es un tipo especial. Te puede caer bien o mal, pero es genial. Si fuera mago, de un sombrero sacaba un león. Pero juega al baloncesto y lo hace casi como Dios.
UB La Palma: Padgett (13), Bonhome (3), Palacios (21), Arrocha (13), Mena (14), -inicial-, Olmos (10), Gruber (4), Ibarra (-), Orfila (-) y García (6).
Tarragona: Mendiburu (2), Rodríguez (22), Mesa (5), Kiefer (6), Hess (23), -inicial-, Alvarez (-), Oglesby (11), Diouf (-), Seawright (10).
Árbitros: De Lucas y Carpallo Miguelez. Sencillamente bien, aunque se pueden ahorrar algunos gestos de superioridad que no son necesarios. Excluyeron con cinco faltas a Ibarra.
Parciales: 13-10, 22-22, 29-34, 45-42, 53-50, 64-54, 71-68 y 84-79.
Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón insular de Miraflores antes unos 1.000 aficionados.
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