LA OPINIÓN: Una victoria para soñar.
El Tenerife Rural se adjudica el derbi ante La Palma y se sitúa a tiro de unos ´play off´ para los que no contaba hasta ahora.
LORENZO DORTA / LA LAGUNA
El Tenerife Rural demostró que es tan digno como el que más de luchar por el título. Su victoria ante el UB La Palma le sirve para reivindicar un lugar entre los más avanzados de la clase y de momento ayer ya durmió en zona de play off. Como se podía presagiar, tratándose de un derbi, la empresa no fue sencilla para los de Iván Déniz. Rafa Sanz, técnico de los palmeros, regresaba al Santiago Martín como visitante y a buen seguro sabría transmitir a los suyos los flancos débiles del que fue su equipo la temporada pasada.
La primera baza que pretendieron jugar los de la Isla Bonita fue explotar su juego interior. Y en principio lograron sacar tajada, gracias a un parcial de 1-9 que les otorgó una ventaja cuando menos esperanzadora (6-12). Ante tantos centímetros bajo la canasta rival, Lou Roe, que comenzó poco inspirado, decidió desertar por completo de la pintura. Ayón también siguió sus pasos pero el mexicano calentó su muñeca y clavó dos triples en los últimos instantes del primer cuarto para devolver la iniciativa en el marcador a su equipo.
Sanz optó por dotar a su quinteto de mayor arsenal ofensivo con la entrada de Sebas Arrocha. Y el escolta palmero le dio a su entrenador lo que pedía. Con dos triples convertidos y otros tantos tiros libres lideró una ráfaga de puntos que llevó al UB La Palma a su máxima ventaja (18-29). Pero fue justo ahí cuando Roe, hasta aquel momento absolutamente desacertado, creyó que era el momento de exhibir sus galones. Tres canastas consecutivas suyas desde más allá de la línea de 6,75 resucitaban al Tenerife Rural (27-29). Los de Miraflores se resistían a agotar del todo su renta, pero dos nuevos triples, a cargo de Sergio Pérez y Eric Sánchez, establecieron las tablas antes de la retirada a vestuarios.
Más enchufados salieron los forasteros en el tercer cuarto y una vez más Roe rescataba a su equipo de un nuevo bache. El intercambio de golpes no se decantó de ningún lado en todo este período. Lo que ganaba La Palma bajo los tableros lo compesaba el tiro exterior de los anfitriones, que se fueron hacia el acto definitivo del choque con dos puntos arriba. Sergio, muy acertado ayer en sus lanzamientos, inauguró los diez últimos minutos del partido, para que a continuación Julio González otorgara la máxima ventaja al Tenerife Rural a través de dos tiros libres (57-51). Esto inquietó a sus adversarios, que intentaron detener la brecha mediante la zona que ordenó Rafa Sanz. Un mate de Fiorotto advertía de que ese tipo de defensa tampoco iba a ser efectiva. Por ese entonces, se veía a un conjunto visitante tocado, mientras su oponente se venía arriba. Un triple de Arrocha supuso el último suspiro de un agonizante UB La Palma porque casi a raíz de esa canasta el conjunto de casa pisó el acelerador y pasó como un rodillo por encima de sus adversarios sin que éstos encontraran una fórmula para detener la sangría a la que estaban siendo sometidos.
Iván Déniz supo cómo aplicar a sus pupilos para que supieran gestionar los últimos minutos del partido. Prueba de ello es que no se produjeron tiros lejanos. El técnico tinerfeño ordenó abrirse a sus hombres para crear huecos dentro y percutir a través de pases al interior o de penetraciones en las que se buscara como mal menor una falta. Con ese guión el partido se vio listo para sentencia a falta de dos minutos. Al final, el Tenerife Rural logró superar en el basket average a su rival, por lo que ya ha conseguido sobrepasarlo en la tabla clasificatoria. A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la fase regular, los play off se ponen a tiro de los de Iván Déniz.
LORENZO DORTA / LA LAGUNA
El Tenerife Rural demostró que es tan digno como el que más de luchar por el título. Su victoria ante el UB La Palma le sirve para reivindicar un lugar entre los más avanzados de la clase y de momento ayer ya durmió en zona de play off. Como se podía presagiar, tratándose de un derbi, la empresa no fue sencilla para los de Iván Déniz. Rafa Sanz, técnico de los palmeros, regresaba al Santiago Martín como visitante y a buen seguro sabría transmitir a los suyos los flancos débiles del que fue su equipo la temporada pasada.
La primera baza que pretendieron jugar los de la Isla Bonita fue explotar su juego interior. Y en principio lograron sacar tajada, gracias a un parcial de 1-9 que les otorgó una ventaja cuando menos esperanzadora (6-12). Ante tantos centímetros bajo la canasta rival, Lou Roe, que comenzó poco inspirado, decidió desertar por completo de la pintura. Ayón también siguió sus pasos pero el mexicano calentó su muñeca y clavó dos triples en los últimos instantes del primer cuarto para devolver la iniciativa en el marcador a su equipo.
Sanz optó por dotar a su quinteto de mayor arsenal ofensivo con la entrada de Sebas Arrocha. Y el escolta palmero le dio a su entrenador lo que pedía. Con dos triples convertidos y otros tantos tiros libres lideró una ráfaga de puntos que llevó al UB La Palma a su máxima ventaja (18-29). Pero fue justo ahí cuando Roe, hasta aquel momento absolutamente desacertado, creyó que era el momento de exhibir sus galones. Tres canastas consecutivas suyas desde más allá de la línea de 6,75 resucitaban al Tenerife Rural (27-29). Los de Miraflores se resistían a agotar del todo su renta, pero dos nuevos triples, a cargo de Sergio Pérez y Eric Sánchez, establecieron las tablas antes de la retirada a vestuarios.
Más enchufados salieron los forasteros en el tercer cuarto y una vez más Roe rescataba a su equipo de un nuevo bache. El intercambio de golpes no se decantó de ningún lado en todo este período. Lo que ganaba La Palma bajo los tableros lo compesaba el tiro exterior de los anfitriones, que se fueron hacia el acto definitivo del choque con dos puntos arriba. Sergio, muy acertado ayer en sus lanzamientos, inauguró los diez últimos minutos del partido, para que a continuación Julio González otorgara la máxima ventaja al Tenerife Rural a través de dos tiros libres (57-51). Esto inquietó a sus adversarios, que intentaron detener la brecha mediante la zona que ordenó Rafa Sanz. Un mate de Fiorotto advertía de que ese tipo de defensa tampoco iba a ser efectiva. Por ese entonces, se veía a un conjunto visitante tocado, mientras su oponente se venía arriba. Un triple de Arrocha supuso el último suspiro de un agonizante UB La Palma porque casi a raíz de esa canasta el conjunto de casa pisó el acelerador y pasó como un rodillo por encima de sus adversarios sin que éstos encontraran una fórmula para detener la sangría a la que estaban siendo sometidos.
Iván Déniz supo cómo aplicar a sus pupilos para que supieran gestionar los últimos minutos del partido. Prueba de ello es que no se produjeron tiros lejanos. El técnico tinerfeño ordenó abrirse a sus hombres para crear huecos dentro y percutir a través de pases al interior o de penetraciones en las que se buscara como mal menor una falta. Con ese guión el partido se vio listo para sentencia a falta de dos minutos. Al final, el Tenerife Rural logró superar en el basket average a su rival, por lo que ya ha conseguido sobrepasarlo en la tabla clasificatoria. A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la fase regular, los play off se ponen a tiro de los de Iván Déniz.
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