DIARIO DE LEÓN: El sufrimiento tiene premio.
Hughes, Urtasun y Rocchia guían a León al triunfo frente a un aguerrido La Palma.
MIGUEL ÁNGEL TRANCA / LEÓN
Baloncesto León sumó ayer su segundo triunfo de la temporada (89-76). Y lo hizo tras 40 minutos no exentos de sufrimiento ante un adversario que nunca dio su braso a torcer pero que cedió frente a un trío letal como el conformado por Urtasun, Hughes y Rocchia, autores entre ambos de 62 puntos.
Sin el concurso de Humphrey en el quinteto inicial, lugar que ocupó Fontet, los leoneses pronto dieron cuenta de sus intenciones. Buena defensa y una selección más que notable en los lanzamientos de dos puntos llevaron en apenas tres minutos a un marcador favorable a los locales de ocho puntos (10-2). Hughes y Urtasun eran los brazos ejecutores ante el aro tinerfeño que sólo respondía y a cuentagotas a través de su base Raúl Mena. Porque sus hombres altos, Palacios y Padgett apenas daban señales de vida bien cubiertos por Rick y Fontet.
No era de extrañar que incluso el margen entre unos y otros se ampliara a los 10 puntos (12-2) tras una acción de Albert. Pero si de algo se caracteriza La Palma es de ser un rival muy correoso que nunca se da por vencido y así lo demostró sacando petróleo de dos pérdidas de balón de los locales para acortar su desventaja a los cuatro puntos (17-13). Precisamente sobre esa renta, punto arriba punto abajo, transitaría el resto del cuarto en el que Urtasun y Hughes rivalizaban a la hora de elevar sus guarismos. Arrocha por parte insular era el mejor estilete aunque insuficiente para evitar que tras diez minutos de batalla Baloncesto León alcanzase un margen de tranquilidad de ocho puntos (23-15).
La segunda entrega previa al descanso apenas varió la dinámica. Por un lado los leoneses superiores en casi todas las facetas del juego que sin forzar la marcha vivían con cierta holgura y un La Palma con continuos cambios en su quinteto que veía un poco más lejos al rival. Y es que consumidos cuatro minutos y medio de este cuarto el electrónico lo decía todo (36-24). Ni la lesión de Iturbe que tuvo que ver el encuentro desde el banquillo mediado el primer cuarto fue impedimento para que, salvo un par de minutos en los que los visitantes redujeron la herida a los cuatro puntos, la locomotora empezara a coger velocidad con Urtasun y Hughes, ambos con 14 puntos, como mejor combustible. Eso sí, sin olvidar el notable trabajo de un Fontet que mejora partido a partido y de un Rocchia que desaparecido Schraeder demostró que con la mano caliente la decena de puntos no puede escapársele. Y eso que varias imprecisiones en el pase y ante el aro no permitieron que los citados argumentos quedaran lo suficientemente reflejados en el descanso (45-40).
Esa circunstancia varió a la salida de vestuarios porque en un escaso tiempo y con Hughes en plan MVP la distancia se iba primero a los diez puntos con el 53-43, luego a los 12 (minuto 5 del tercer cuarto con el 59-47) y posteriormente a los 16 (máxima renta a 3' 40 para cerrar esta entrega con el 64-48). Parecía que el pescado estaba vendido porque a pesar de los intentos visitantes la consistencia de León impedía que su margen de tranquilidad disminuyera de manera peligrosa. A menos de un minuto y tras el 67-61 Urtasun situaba el 70-61 con el que iban a librarse los diez últimos minutos.
Un último intento de La Palma de evitar lo que parecía inevitable, su derrota, le acercó con un triple de Mena a seis puntos (70-64) e incluso una antideportiva señalada a Hughes comprimió un poco más el electrónico. Restaban ocho minutos y el 70-65 reflejaba en la grada ciertas dosis de incertidumbre que Rick se encargó de aliviar aunque por poco tiempo. Cada balón se peleaba como si fuera la vida en ello. Y en ese intercambio de golpes León salió airoso aunque con alguna herida en su cuerpo.
MIGUEL ÁNGEL TRANCA / LEÓN
Baloncesto León sumó ayer su segundo triunfo de la temporada (89-76). Y lo hizo tras 40 minutos no exentos de sufrimiento ante un adversario que nunca dio su braso a torcer pero que cedió frente a un trío letal como el conformado por Urtasun, Hughes y Rocchia, autores entre ambos de 62 puntos.
Sin el concurso de Humphrey en el quinteto inicial, lugar que ocupó Fontet, los leoneses pronto dieron cuenta de sus intenciones. Buena defensa y una selección más que notable en los lanzamientos de dos puntos llevaron en apenas tres minutos a un marcador favorable a los locales de ocho puntos (10-2). Hughes y Urtasun eran los brazos ejecutores ante el aro tinerfeño que sólo respondía y a cuentagotas a través de su base Raúl Mena. Porque sus hombres altos, Palacios y Padgett apenas daban señales de vida bien cubiertos por Rick y Fontet.
No era de extrañar que incluso el margen entre unos y otros se ampliara a los 10 puntos (12-2) tras una acción de Albert. Pero si de algo se caracteriza La Palma es de ser un rival muy correoso que nunca se da por vencido y así lo demostró sacando petróleo de dos pérdidas de balón de los locales para acortar su desventaja a los cuatro puntos (17-13). Precisamente sobre esa renta, punto arriba punto abajo, transitaría el resto del cuarto en el que Urtasun y Hughes rivalizaban a la hora de elevar sus guarismos. Arrocha por parte insular era el mejor estilete aunque insuficiente para evitar que tras diez minutos de batalla Baloncesto León alcanzase un margen de tranquilidad de ocho puntos (23-15).
La segunda entrega previa al descanso apenas varió la dinámica. Por un lado los leoneses superiores en casi todas las facetas del juego que sin forzar la marcha vivían con cierta holgura y un La Palma con continuos cambios en su quinteto que veía un poco más lejos al rival. Y es que consumidos cuatro minutos y medio de este cuarto el electrónico lo decía todo (36-24). Ni la lesión de Iturbe que tuvo que ver el encuentro desde el banquillo mediado el primer cuarto fue impedimento para que, salvo un par de minutos en los que los visitantes redujeron la herida a los cuatro puntos, la locomotora empezara a coger velocidad con Urtasun y Hughes, ambos con 14 puntos, como mejor combustible. Eso sí, sin olvidar el notable trabajo de un Fontet que mejora partido a partido y de un Rocchia que desaparecido Schraeder demostró que con la mano caliente la decena de puntos no puede escapársele. Y eso que varias imprecisiones en el pase y ante el aro no permitieron que los citados argumentos quedaran lo suficientemente reflejados en el descanso (45-40).
Esa circunstancia varió a la salida de vestuarios porque en un escaso tiempo y con Hughes en plan MVP la distancia se iba primero a los diez puntos con el 53-43, luego a los 12 (minuto 5 del tercer cuarto con el 59-47) y posteriormente a los 16 (máxima renta a 3' 40 para cerrar esta entrega con el 64-48). Parecía que el pescado estaba vendido porque a pesar de los intentos visitantes la consistencia de León impedía que su margen de tranquilidad disminuyera de manera peligrosa. A menos de un minuto y tras el 67-61 Urtasun situaba el 70-61 con el que iban a librarse los diez últimos minutos.
Un último intento de La Palma de evitar lo que parecía inevitable, su derrota, le acercó con un triple de Mena a seis puntos (70-64) e incluso una antideportiva señalada a Hughes comprimió un poco más el electrónico. Restaban ocho minutos y el 70-65 reflejaba en la grada ciertas dosis de incertidumbre que Rick se encargó de aliviar aunque por poco tiempo. Cada balón se peleaba como si fuera la vida en ello. Y en ese intercambio de golpes León salió airoso aunque con alguna herida en su cuerpo.
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