CB CANARIAS.NET: La fe del Canarias le lleva a un triunfo de mucho mérito en La Palma.
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Este Canarias tiene duende. Duende... y mucho amor propio. El Socas Canarias Ciudad de La Laguna sumó este viernes noche su tercera victoria consecutiva en un ejercicio de fe que le llevó a levantar una desventaja de trece puntos ante un buen UB La Palma (86-88), espoleado además por un Miraflores casi lleno y un ambientazo de lujo.
La aportación del colectivo (seis jugadores hicieron dobles dígitos en valoración), un último cuarto de libro de Jaime Heras (15 puntos y cuatro triples en los últimos diez minutos) y la oportuna aparición de Richi Guillén, quién apenas había completado un entrenamiento entero en toda la semana por culpa de la gripe, decidieron el choque a favor de los canaristas en un final de infarto.
El partido arrancó entre imprecisiones y mucho nerviosismo. Un par de triples del local Bonhome amagó la primera ruptura a favor de los palmeros (17-13), pero el acierto en los tiros libres mantenía al Socas Canarias en el partido ante un rival muy duro e intenso en defensa. No fue hasta el segundo cuarto cuando los de Rafa Sanz abrieron la primera brecha significativa (32-24, 14’), coincidiendo con seis puntos casi consecutivos de un inspirado Orfila.
La Palma jugó bien sus bazas y apostó por desgastar a los bases tinerfeños. Lesionado Garrido, Sebas Arrocha presionó en toda la cancha a Jaime Heras, base comodín cuando Urreizti se iba al banco en busca de un respiro. Mientras, Levi Rost trataba de contrarrestar la balanza con un par de acciones de mérito.
Sin embargo, el buen hacer de los interiores palmeros aumentó su ventaja en el electrónico hasta que un triple sobre la bocina de Josemi García mandaba a los dos equipos al descanso con un tanteo muy favorable para los anfitriones: 51-39. Tras el receso, el grupo de Alejandro Martínez trató de cambiarle el paso al partido, con un Iker Urreizti otra vez muy valiente en ataque, pero los aurinegros tropezaron con la mejor versión del colombiano Juan Palacios (55-41, 22' y 61-48, 26’).
No se rindió nunca
Lejos de venirse abajo, el cuadro tinerfeño tiró de casta para limar diferencias. El despertar ofensivo de Jaime Heras entre el epílogo del tercer cuarto y el inicio del último apretó el tanteo por momentos (65-62 y 70-65) hasta que un canastón de Jakim Donaldson confirmaba la remontaba visitante e igualaba la contienda a cinco minutos del cierre: 70-70.
El choque estaba destinado a morir igualado en un cara a cara que los canaristas tuvieron que afrontar sin Jakim Donaldson, eliminado por faltas a cuatro minutos del final. Con todo Miraflores apoyando a los suyos, el Socas Canarias dio la cara con varias acciones valientes; una de ellas, un tapón de Levi, donde casi se deja el alma, le obligó incluso a retirarse lesionado.
En esa dinámica, Raúl Mena anotó desde más allá de los 6,75 (81-79), pero el equipo tinerfeño recogió el guante y aceptó el duelo. Un triple primero de Guillén (81-82) y otro de Heras (83-85) mantenían vivas las esperanzas del conjunto aurinegro. Fue entonces cuando con 22 segundos para el final y con los palmeros por delante tras un 2+1 de Palacios (86-85), Richi Guillén anotó un canastón tras reverso en un tiro desde cinco metros.
Con tres segundos por jugarse, el local Sebas Arrocha cometió pasos y la posterior falta sobre Urreizti, ya a la desesperada, allanó del todo el triunfo de un Socas Canarias que no tiró nunca la toalla y tiró de orgullo para sumar una victoria de prestigio.
Este Canarias tiene duende. Duende... y mucho amor propio. El Socas Canarias Ciudad de La Laguna sumó este viernes noche su tercera victoria consecutiva en un ejercicio de fe que le llevó a levantar una desventaja de trece puntos ante un buen UB La Palma (86-88), espoleado además por un Miraflores casi lleno y un ambientazo de lujo.
La aportación del colectivo (seis jugadores hicieron dobles dígitos en valoración), un último cuarto de libro de Jaime Heras (15 puntos y cuatro triples en los últimos diez minutos) y la oportuna aparición de Richi Guillén, quién apenas había completado un entrenamiento entero en toda la semana por culpa de la gripe, decidieron el choque a favor de los canaristas en un final de infarto.
El partido arrancó entre imprecisiones y mucho nerviosismo. Un par de triples del local Bonhome amagó la primera ruptura a favor de los palmeros (17-13), pero el acierto en los tiros libres mantenía al Socas Canarias en el partido ante un rival muy duro e intenso en defensa. No fue hasta el segundo cuarto cuando los de Rafa Sanz abrieron la primera brecha significativa (32-24, 14’), coincidiendo con seis puntos casi consecutivos de un inspirado Orfila.
La Palma jugó bien sus bazas y apostó por desgastar a los bases tinerfeños. Lesionado Garrido, Sebas Arrocha presionó en toda la cancha a Jaime Heras, base comodín cuando Urreizti se iba al banco en busca de un respiro. Mientras, Levi Rost trataba de contrarrestar la balanza con un par de acciones de mérito.
Sin embargo, el buen hacer de los interiores palmeros aumentó su ventaja en el electrónico hasta que un triple sobre la bocina de Josemi García mandaba a los dos equipos al descanso con un tanteo muy favorable para los anfitriones: 51-39. Tras el receso, el grupo de Alejandro Martínez trató de cambiarle el paso al partido, con un Iker Urreizti otra vez muy valiente en ataque, pero los aurinegros tropezaron con la mejor versión del colombiano Juan Palacios (55-41, 22' y 61-48, 26’).
No se rindió nunca
Lejos de venirse abajo, el cuadro tinerfeño tiró de casta para limar diferencias. El despertar ofensivo de Jaime Heras entre el epílogo del tercer cuarto y el inicio del último apretó el tanteo por momentos (65-62 y 70-65) hasta que un canastón de Jakim Donaldson confirmaba la remontaba visitante e igualaba la contienda a cinco minutos del cierre: 70-70.
El choque estaba destinado a morir igualado en un cara a cara que los canaristas tuvieron que afrontar sin Jakim Donaldson, eliminado por faltas a cuatro minutos del final. Con todo Miraflores apoyando a los suyos, el Socas Canarias dio la cara con varias acciones valientes; una de ellas, un tapón de Levi, donde casi se deja el alma, le obligó incluso a retirarse lesionado.
En esa dinámica, Raúl Mena anotó desde más allá de los 6,75 (81-79), pero el equipo tinerfeño recogió el guante y aceptó el duelo. Un triple primero de Guillén (81-82) y otro de Heras (83-85) mantenían vivas las esperanzas del conjunto aurinegro. Fue entonces cuando con 22 segundos para el final y con los palmeros por delante tras un 2+1 de Palacios (86-85), Richi Guillén anotó un canastón tras reverso en un tiro desde cinco metros.
Con tres segundos por jugarse, el local Sebas Arrocha cometió pasos y la posterior falta sobre Urreizti, ya a la desesperada, allanó del todo el triunfo de un Socas Canarias que no tiró nunca la toalla y tiró de orgullo para sumar una victoria de prestigio.
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