EL DIA: En Miraflores, el "UB"es el favorito.

El equipo de Sanz, con el respaldo de sus incondicionales, rinde a un alto nivel en su "infierno palmero" La mejor defensa determinará el vencedor "Ganar allí supondría una victoria de prestigio", señaló Alejandro Martínez.

AGUSTÍN ARIAS, La Laguna

El derby está servido. El ambiente cestista se respira en cada rincón de Santa Cruz de La Palma, donde los aficionados del equipo que entrena Rafa Sanz aguardan con expectación el inicio del siempre interesante UB La Palma-Socas Canarias.

Si bien en pretemporada los aurinegros evidenciaron estar un puntito por encima del juego realizado por la escuadra palmera -nivel que conservan en el arranque liguero- el hecho de disputarse el encuentro de hoy en el Insular de Miraflores concede al cuadro anfitrión la condición de favorito.

Y hay razones de peso para pronosticar el "uno" fijo en la imaginaria quiniela. Como la fuerza que los blanquiazules reciben desde la grada, con una entendida afición que en las grandes ocasiones -lástima que no sea así cada quince días- lleva en volandas a los suyos. O la intensidad defensiva, la misma que les llevó a sumar la primera victoria del campeonato cuando visitó Miraflores el Axarquía Clínicas Rincón.

Dos aspectos decisivos a los que el UB La Palma suele unir el descaro a la hora de atacar, con gente tan impulsiva y guerrillera como Sebas "el diablo" Arrocha y Josemi García -si tienen el día pueden hacerle un descosido al Canarias desde el exterior-; una dirección de peso, con Raúl Mena y el ya recuperado Matías Ibarra; el quehacer y hambre de minutos de Quino Bonhome, Luis Gruber y Juan Palacios, además de los centímetros y buenas maneras de Sergi Olmos (2,13), David Padgett (2,11) y Jan Orfila (2,07) en el interior.

¿Entiende ahora el lector el porqué Alejandro Martínez afirma que ganar en Miraflores supondría una victoria de prestigio?...

Los aurinegros, a tope

En el vestuario canarista se sabe que para salir airoso de la Isla Bonita será necesario ofrecer un gran trabajo defensivo -cerrar el rebote, impedir dobles tiros, no dar centímetros a los exteriores...-, además de mostrar en ataque el desparpajo que, por ejemplo, lo llevó a ganar en Palencia o hace siete días al Cornellá en casa.

Está claro que no contar con Quique Garrido es un hándicap, como lo es no tener a Richy Guillén al 100%, debido al proceso gripal que apenas le ha dejado entrenar a lo largo de la semana, pero lo mejor que tiene este equipo es que funciona como tal, con un Iker deleitando en la dirección, bien secundado por Cage y Heras; artilleros del nivel de Rost y Yáñez -vuelve a la que fue su casa- y un interior de lujo que, incluso, hace que una ausencia pueda pasar desapercibida.