Rafa Sanz: "Esperaba algo más de mi presidente".
Apenas 24 horas después de haberse anunciado su regreso al UB La Palma, Rafa Sanz hace balance de un verano en el que le ha tocado esperar por una llamada que nunca llegó. En el aeropuerto de Los Rodeos, y justo antes partir hacia su ciudad natal, el técnico cordobés atendió a La Opinión de Tenerife en una alocución en la que reconoció irse decepcionado y desilusionado con el que fue su club, especialmente con su presidente, José Miguel Martín-Fernández.
CARLOS GARCÍA / SANTA CRUZ DE TENERIFE
-¿Cómo se va?
-Pues me voy con un sabor agridulce; con mucho orgullo por haber logrado un tercer y cuarto puesto, y sobre todo por haber vuelto a ilusionar a la afición, tan maltratada durante una serie de años, pero también con el mal sabor de boca de haber sufrido durante 50 días un proceso de incertidumbre demasiado cruel.
-¿Decepcionado o desilusionado con alguien en particular?
-Sé que hay gente que me quiere poco, que me ha intentado hacer daño mediante la mentira, que es su vía de conducta habitual, pero de esos no espero nada porque son fracasados en su vida personal y también en el baloncesto. Aunque sinceramente esperaba un poquito más de mi presidente, como presidente y como persona, pero bueno, así es la vida...
-¿Hasta qué punto exacto llegaron las conversaciones para su posible renovación?
-En los diez primeros días de junio sale de mí llamar por dos veces al presidente, y me contesta que ya me avisará cuando haya algo, pero hasta mitad de julio no recibo ninguna llamada de él. También sale de mí llamar a Elías Bacallado para preguntarle por la situación, y en estos últimos días sí es cierto he mantenido contactos habituales con él, pero más a un nivel personal que por encargo del club. La gota que ha colmado el vaso es que tras decirme el presidente que hiciera un esfuerzo por esperar, y lo he hecho porque quería continuar, se ha roto todo el viernes pasado sabiendo el presidente que llevaba una semana en la Isla y no fue capaz de llamarme ni para tomar una Coca Cola. Ahí tomé la decisión de no seguir. A continuación se cruzó la oferta del UB La Palma y no me lo pensé mucho.
-¿Nunca hubo una propuesta encima de la mesa?
-Del Tenerife nunca hubo una oferta encima de la mesa, jamás. Ni mi agente ni yo tenemos una llamada. Y eso que Elías sabía que estaba dispuesto a renunciar a una tercera parte de mis emolumentos respecto a la pasada temporada, así como asumir una reducción en la inversión en la plantilla de entre 250.000 y 300.000 euros. La explicación que me ha dado el presidente, que sí que tuvo tiempo para llamarme el lunes por la tarde, es que no quería reunirse conmigo por si algún directivo se sentía molesto o por si nos podía ver algún periodista. Y escondernos después de tres años me parece de una miserabilidad presidencial y humana increíble.
-¿Y se marcha al UB La Palma renunciando a esas cantidades?
-Me voy a La Palma asumiendo que hay menos dinero para mí, y también con unas cantidades inferiores a las que se invertirán para la plantilla. Pero creo que esta decisión será un revulsivo para ellos porque estoy seguro que harán una oferta por un entrenador pronto, y serán capaces de saber el presupuesto que no han sido capaces de conseguir durante 50 días. Pero a mí ya no me servía el Tenerife en esas circunstancias. Al menos mi dignidad profesional y mi salud mental van a estar a buen recaudo.
-Al margen de que era de las pocas sillas que quedaba libre en LEB Oro, también se marcha por orgullo...
-Sí, lo tengo claro. Me parece un desprecio hacia mi persona que alguien a quien le he sido fiel y leal, y un club al que he defendido con todas mis fuerzas, no saque tiempo sabiendo que estoy en la Isla, para tomarnos un café. Me parece una vergüenza que durante más de 30 días no se me haga una llamada sabiendo que estoy esperando por una oferta. Ha habido un momento en el que he pensado en mis ayudantes y en algunos jugadores, pero me he dado cuenta de que nadie estaba mirando por mi.
-Por sus palabras noto que se marcha bastante decepcionado...
-En concreto por esa persona. Esperaba un poco más. Pensé que en una balanza pesaría más toda mi lucha en un club que cuando llegué había estado cerca de descender y al que dejo en la tercera y cuarta posición. He asumido todas las miserias de este club, ha creído en el proyecto y he luchado por él a capa y espada. He defendido al Tenerife a muerte desde el primer hasta el último día.
-¿Su vuelta a La Palma le supone un nuevo reto?
-Sí, me voy a La Palma buscando una motivación, porque ya no me motivaba estar aquí, viendo algunas caras, sabiendo lo que han dicho de mi. No me apetecía trabajar delante de gente falsa e hipócrita. Para mí 10.000 euros arriba o abajo no tienen valor si no estás bien en un sitio. Me voy a La Palma, donde serán pobres, pero honrados.
-¿Es un regreso al pasado pero con más madurez?
-Eso seguro. Llevo muchos años en la competición y ahora tengo un bagaje muy importante. Busco un reto difícil pero motivante, y también ilusionar a la gente. Trataré de que La Palma vuelva a soñar con el baloncesto.
-Entre esos sueños, ¿no es demasiado ambicioso pensar en play off?
-No, es algo que asumo al cien por cien. Hay que ponerse retos difíciles y me pongo delante de la patrulla. No prometo que logremos el play off, pero lucharemos por él dándolo todo. El poner el listón bajo no va conmigo.
-¿Qué tipo de equipo será el nuevo UB? ¿Parecido a los que diseñó en su momento?
-Ahora mismo las cesiones resultan muy complicadas porque casi todos los equipos de ACB tienen filiales. Quiero jugadores con hambre, deseo y ambición; y también que tengan un amplio margen de mejora; que fichar en La Palma suponga una inversión para ellos y un beneficio para nosotros.
-¿Se plantea llevarse a alguien de los que ha tenido a sus órdenes estos años en Tenerife?
-Es imposible, porque estamos hablando de jugadores que han sido terceros y cuartos en los dos últimos años. Son jugadores de primer nivel e inaccesibles para la economía del UB La Palma. Tenemos que volver a inventarnos a gente como Triguero, Balmón, Urtasun, Edu Sánchez, Barbour...
-¿Qué futuro le augura al Tenerife?
-Con la mano en el corazón, por la cantidad de gente que se ha ilusionado con nosotros, por algunos de mis compañeros que seguro seguirán ahí, por la gente que trabaja en el club y sobre todo por la Peña La 6, le deseo absolutamente lo mejor. Me he visto en la tesitura de tener que ser claro para que no se mienta sobre por qué no sigo y que mi nombre no se manche. Como la desvergüenza es tan grande, alguno dirá que me voy por más dinero o algo de eso, pero he sentido el cariño de la calle y me he sentido como un chicharrero más.
-¿Tiene un cierto temor a que un sector de la afición del UB no lo reciba de forma muy cariñosa?
-Para nada. Se trata de una minoría como existe en todos sitios. En La Palma hay una mayoría que valora mi trabajo de cinco años y que entendió que me fuera a un proyecto más ambicioso. Voy a La Palma a ganar partidos y a ilusionar a la gente.
-Uno de los rivales con los que se tendrá que medir de nuevo este año es el Socas Canarias. ¿Qué le parece el equipo que está configurando?
-Es una de las pocas cosas que me preocupa bastante poco; menos que nada. Deben ser ellos los que pongan sus objetivos.
-Va a cumplir su novena temporada en las Islas. ¿Para cuando la residencia canaria?
-Aunque alguno me diga que soy un godo hediondo, el cariño que le tengo a esta provincia y a Canarias en general es muy grande. Me siento ya un 40 por ciento canario y un 60 andaluz. Me encuentro muy bien aquí y considero que es un sitio fantástico.
-¿Cómo se va?
-Pues me voy con un sabor agridulce; con mucho orgullo por haber logrado un tercer y cuarto puesto, y sobre todo por haber vuelto a ilusionar a la afición, tan maltratada durante una serie de años, pero también con el mal sabor de boca de haber sufrido durante 50 días un proceso de incertidumbre demasiado cruel.
-¿Decepcionado o desilusionado con alguien en particular?
-Sé que hay gente que me quiere poco, que me ha intentado hacer daño mediante la mentira, que es su vía de conducta habitual, pero de esos no espero nada porque son fracasados en su vida personal y también en el baloncesto. Aunque sinceramente esperaba un poquito más de mi presidente, como presidente y como persona, pero bueno, así es la vida...
-¿Hasta qué punto exacto llegaron las conversaciones para su posible renovación?
-En los diez primeros días de junio sale de mí llamar por dos veces al presidente, y me contesta que ya me avisará cuando haya algo, pero hasta mitad de julio no recibo ninguna llamada de él. También sale de mí llamar a Elías Bacallado para preguntarle por la situación, y en estos últimos días sí es cierto he mantenido contactos habituales con él, pero más a un nivel personal que por encargo del club. La gota que ha colmado el vaso es que tras decirme el presidente que hiciera un esfuerzo por esperar, y lo he hecho porque quería continuar, se ha roto todo el viernes pasado sabiendo el presidente que llevaba una semana en la Isla y no fue capaz de llamarme ni para tomar una Coca Cola. Ahí tomé la decisión de no seguir. A continuación se cruzó la oferta del UB La Palma y no me lo pensé mucho.
-¿Nunca hubo una propuesta encima de la mesa?
-Del Tenerife nunca hubo una oferta encima de la mesa, jamás. Ni mi agente ni yo tenemos una llamada. Y eso que Elías sabía que estaba dispuesto a renunciar a una tercera parte de mis emolumentos respecto a la pasada temporada, así como asumir una reducción en la inversión en la plantilla de entre 250.000 y 300.000 euros. La explicación que me ha dado el presidente, que sí que tuvo tiempo para llamarme el lunes por la tarde, es que no quería reunirse conmigo por si algún directivo se sentía molesto o por si nos podía ver algún periodista. Y escondernos después de tres años me parece de una miserabilidad presidencial y humana increíble.
-¿Y se marcha al UB La Palma renunciando a esas cantidades?
-Me voy a La Palma asumiendo que hay menos dinero para mí, y también con unas cantidades inferiores a las que se invertirán para la plantilla. Pero creo que esta decisión será un revulsivo para ellos porque estoy seguro que harán una oferta por un entrenador pronto, y serán capaces de saber el presupuesto que no han sido capaces de conseguir durante 50 días. Pero a mí ya no me servía el Tenerife en esas circunstancias. Al menos mi dignidad profesional y mi salud mental van a estar a buen recaudo.
-Al margen de que era de las pocas sillas que quedaba libre en LEB Oro, también se marcha por orgullo...
-Sí, lo tengo claro. Me parece un desprecio hacia mi persona que alguien a quien le he sido fiel y leal, y un club al que he defendido con todas mis fuerzas, no saque tiempo sabiendo que estoy en la Isla, para tomarnos un café. Me parece una vergüenza que durante más de 30 días no se me haga una llamada sabiendo que estoy esperando por una oferta. Ha habido un momento en el que he pensado en mis ayudantes y en algunos jugadores, pero me he dado cuenta de que nadie estaba mirando por mi.
-Por sus palabras noto que se marcha bastante decepcionado...
-En concreto por esa persona. Esperaba un poco más. Pensé que en una balanza pesaría más toda mi lucha en un club que cuando llegué había estado cerca de descender y al que dejo en la tercera y cuarta posición. He asumido todas las miserias de este club, ha creído en el proyecto y he luchado por él a capa y espada. He defendido al Tenerife a muerte desde el primer hasta el último día.
-¿Su vuelta a La Palma le supone un nuevo reto?
-Sí, me voy a La Palma buscando una motivación, porque ya no me motivaba estar aquí, viendo algunas caras, sabiendo lo que han dicho de mi. No me apetecía trabajar delante de gente falsa e hipócrita. Para mí 10.000 euros arriba o abajo no tienen valor si no estás bien en un sitio. Me voy a La Palma, donde serán pobres, pero honrados.
-¿Es un regreso al pasado pero con más madurez?
-Eso seguro. Llevo muchos años en la competición y ahora tengo un bagaje muy importante. Busco un reto difícil pero motivante, y también ilusionar a la gente. Trataré de que La Palma vuelva a soñar con el baloncesto.
-Entre esos sueños, ¿no es demasiado ambicioso pensar en play off?
-No, es algo que asumo al cien por cien. Hay que ponerse retos difíciles y me pongo delante de la patrulla. No prometo que logremos el play off, pero lucharemos por él dándolo todo. El poner el listón bajo no va conmigo.
-¿Qué tipo de equipo será el nuevo UB? ¿Parecido a los que diseñó en su momento?
-Ahora mismo las cesiones resultan muy complicadas porque casi todos los equipos de ACB tienen filiales. Quiero jugadores con hambre, deseo y ambición; y también que tengan un amplio margen de mejora; que fichar en La Palma suponga una inversión para ellos y un beneficio para nosotros.
-¿Se plantea llevarse a alguien de los que ha tenido a sus órdenes estos años en Tenerife?
-Es imposible, porque estamos hablando de jugadores que han sido terceros y cuartos en los dos últimos años. Son jugadores de primer nivel e inaccesibles para la economía del UB La Palma. Tenemos que volver a inventarnos a gente como Triguero, Balmón, Urtasun, Edu Sánchez, Barbour...
-¿Qué futuro le augura al Tenerife?
-Con la mano en el corazón, por la cantidad de gente que se ha ilusionado con nosotros, por algunos de mis compañeros que seguro seguirán ahí, por la gente que trabaja en el club y sobre todo por la Peña La 6, le deseo absolutamente lo mejor. Me he visto en la tesitura de tener que ser claro para que no se mienta sobre por qué no sigo y que mi nombre no se manche. Como la desvergüenza es tan grande, alguno dirá que me voy por más dinero o algo de eso, pero he sentido el cariño de la calle y me he sentido como un chicharrero más.
-¿Tiene un cierto temor a que un sector de la afición del UB no lo reciba de forma muy cariñosa?
-Para nada. Se trata de una minoría como existe en todos sitios. En La Palma hay una mayoría que valora mi trabajo de cinco años y que entendió que me fuera a un proyecto más ambicioso. Voy a La Palma a ganar partidos y a ilusionar a la gente.
-Uno de los rivales con los que se tendrá que medir de nuevo este año es el Socas Canarias. ¿Qué le parece el equipo que está configurando?
-Es una de las pocas cosas que me preocupa bastante poco; menos que nada. Deben ser ellos los que pongan sus objetivos.
-Va a cumplir su novena temporada en las Islas. ¿Para cuando la residencia canaria?
-Aunque alguno me diga que soy un godo hediondo, el cariño que le tengo a esta provincia y a Canarias en general es muy grande. Me siento ya un 40 por ciento canario y un 60 andaluz. Me encuentro muy bien aquí y considero que es un sitio fantástico.
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