EL DIA: Y ahora, ante el Hospitalet que "echó" a Ñete.

V.M., S/C de La Palma

15 de diciembre de 2007. Hace ya algún tiempo. EL DÍA titulaba: "¡Tras esto!, ¿sigue Ñete?". Dos días después, el técnico era despedido. La Palma había sufrido una dolorosa derrota ante el Hospitalet, 77-83, el equipo estaba a la deriva y la junta directiva decidió, con buen criterio, buscar una reacción desde el banquillo.

Las cosas son ahora distintas. Muy distintas. Ya, al menos, se respira. Las dinámicas del "UB" y del Hospitalet, que se enfrentarán el sábado en terreno catalán, son encontradas. El representativo palmero lleva cinco victorias consecutivas, aquellas que le permiten tener opciones de permanencia, mientras que su inminente adversario acumula nada menos que seis derrotas de forma seguida y, es más, en las últimas diez jornadas sólo fue capaz de ganar al Canarias. Lo demás, tropiezos que lo llevan al grupo que pelea por la permanencia, con los mismos triunfos, 10, que La Palma.

Ellos no son tontos. En absoluto. Sus mandatarios tomaron el mismo rumbo que la directiva palmera; es decir, cambiar el entrenador. Han apostado por lo seguro, por recuperar a un Mateo Rubio que no triunfó, todo lo contrario, en su experiencia en Cantabria, pero que es un buen entrenador. No hay que olvidar que el Hospitalet vivió sus mejores años con su "nuevo" técnico, aunque también es cierto que por aquel entonces tenía en la plantilla al mejor Terrel. Que no se parecía, ni de lejos, al que milita ahora en Palma de Eloy Doce.

Del partido de la primera vuelta, queda el buen encuentro de Antelo, que no salió en el quinteto inicial, y aquellos triples de Corbacho, sin olvidar el poder anotador de Taylor y el trabajo bajo canasta de Ibaka. Ya no tienen a Forcada, que se fue cansado de no tener todos los minutos que deseaba. Son un buen equipo.

En los nuestros, por su parte, todos tienen clara la importancia del partido. Un triunfo, sin olvidar la posibilidad de ganar el "average", supondrá salir de los puestos de descenso, que se dice pronto pero que cuesta la "leche", y afrontar con mucha más tranquilidad los dos partidos seguidos en casa ante adversarios de bastante más nivel.