DA: Que viene el lobo.
La UB La Palma domina gran parte del partido pero termina por ceder ante el mayor banquillo del Cantabria.
Carlos Negrín / Santa Cruz de la Palma
Hay que ser realistas. Con ocho jugadores en el banquillo no se puede aguantar un partido. Eso sí, a punto estuvo de conseguirlo la Unión Baloncesto La Palma, que dominó los tres primeros cuartos ante el Cantabria, pero dos triples consecutivos mediado el último parcial del base Salva Camps terminaron por descomponer al equipo palmero. Ese esfuerzo físico realizado en esos tres primeros cuartos pasó factura a los de Ñete Bohigas, que habían mantenido ventaja en el marcador y en el juego durante gran parte del choque. Además, hombres como Francis Koffi, que hacían falta más que nunca para el juego interior, cuando salió a cancha, vieron cómo los colegiados le señalaban dos faltas en ataque y a continuación, con pocos segundos en juego, volvió al banquillo. Y la ausencia se notó en el bando local.
En el primer cuarto, después de un 0-3 a favor de los visitantes, los locales comenzaron a mandar en el electrónico. Con ventajas cortas, pero no querían a toda costa que el rival se les fuera por delante. Había que mantener las diferencias. Tanto Sebas Arrocha como Anthony Johnson se mostraban seguros en sus lanzamientos. Para evitar las faltas personales, Bohigas ordenó defensa de zona, lo que le dio resultado. Sin embargo, parecían entrar y anotar fácilmente los visitantes. Esto contrarrestaba la buena labor anotadora de los de casa para marcharse en el marcador. En el segundo, continuaron siendo los de casa los que mejor lo hacían. No había mucha diferencia, no obstante, en el luminoso, porque el cuadro palmero, escaso de efectivos, no podía sentenciar el duelo ante un adversario de superior potencial físico, amparado en su superioridad en el rebote y, sobre todo, en la profundidad de su banquillo. No en vano el técnico Mateo Rubio echó mano de once jugadores en el encuentro de ayer, toda una declaración de intenciones ante una UB La Palma muy disminuida en lo físico.
Y con todo, el cuadro insular llegó al final del tercer periodo con cinco puntos de renta (59-54), un tanteo que ofrecía esperanzas y decía que la hombrada, muy necesaria por otro lado, era posible. Reggie Moore y Sebas Arrocha eran los argumentos para la ilusión en Miraflores, pero aun y cuando siguieron anotando en el parcial final se encontraron con un Cantabria muy atinado en los momentos decisivos. Con 34 en el cuarto final, los cántabros fueron un ciclón ofensivo al amparo de su superioridad física. Ni siquiera hubo esperanzas de milagro en forma de final igualado, y los de Ñete Bohigas sufrieron su quinta derrota consecutiva. El técnico dijo tras el encuentro que no piensa en arrojar la toalla pese a este pésimo estreno en la LEB Oro. "Voy a morir matando", fue su sentencia en vestuarios. No le queda mucho tiempo para demostrarlo.
UB La Palma: 81
(22+20+17+17): 19/38 canastas de dos. 8/25 triples. 19/26 tiros libres. 28 rebotes (11 ofensivos). 22 faltas personales. Valoración: 78. Jugaron: Carlos Canals (3,-), Isma Torres (10,**), Anthony Johnson (16,***), Sebas Arrocha (20,***) y Reggie Moore (24,***) -quinteto inicial- David Gil (7,*), Francis Koffi (1,-) y Carlos Martínez (0,-). Entrenador: Ñete Bohigas.
Alerta Cantabria: 88
(19+18+17+34): 22/43 canastas de dos. 8/19 triples. 20/24 tiros libres. 35 rebotes (12 ofensivos). 26 faltas personales. Valoración: 93. Jugaron: Lee Covile (13,**), Richi Guillén (11,**), Salva Camps (13,***), Joao Coreira (4,*), Adrian Boccia (6,*) -quinteto inicial- Borja Larragán (9,**), Romeo Travis (7,*), Anthony Stacey (6,*), Chus Poves (6,*), Txomin López (7,*) y XaviRey (6,**). Entrenador: Mateo Rubio.
Parciales. 22-19, 42-37 (descanso), 59-54 y 81-88 (final).
Árbitros. Juan Manuel Uruñuela Uruñuela y Marta Hernando (**). Buen arbitraje, sin decisiones decisivas en el resultado final.
Incidencias. Apenas unos seiscientos espectadores en el Pabellón Insular de Miraflores.
Carlos Negrín / Santa Cruz de la Palma
Hay que ser realistas. Con ocho jugadores en el banquillo no se puede aguantar un partido. Eso sí, a punto estuvo de conseguirlo la Unión Baloncesto La Palma, que dominó los tres primeros cuartos ante el Cantabria, pero dos triples consecutivos mediado el último parcial del base Salva Camps terminaron por descomponer al equipo palmero. Ese esfuerzo físico realizado en esos tres primeros cuartos pasó factura a los de Ñete Bohigas, que habían mantenido ventaja en el marcador y en el juego durante gran parte del choque. Además, hombres como Francis Koffi, que hacían falta más que nunca para el juego interior, cuando salió a cancha, vieron cómo los colegiados le señalaban dos faltas en ataque y a continuación, con pocos segundos en juego, volvió al banquillo. Y la ausencia se notó en el bando local.
En el primer cuarto, después de un 0-3 a favor de los visitantes, los locales comenzaron a mandar en el electrónico. Con ventajas cortas, pero no querían a toda costa que el rival se les fuera por delante. Había que mantener las diferencias. Tanto Sebas Arrocha como Anthony Johnson se mostraban seguros en sus lanzamientos. Para evitar las faltas personales, Bohigas ordenó defensa de zona, lo que le dio resultado. Sin embargo, parecían entrar y anotar fácilmente los visitantes. Esto contrarrestaba la buena labor anotadora de los de casa para marcharse en el marcador. En el segundo, continuaron siendo los de casa los que mejor lo hacían. No había mucha diferencia, no obstante, en el luminoso, porque el cuadro palmero, escaso de efectivos, no podía sentenciar el duelo ante un adversario de superior potencial físico, amparado en su superioridad en el rebote y, sobre todo, en la profundidad de su banquillo. No en vano el técnico Mateo Rubio echó mano de once jugadores en el encuentro de ayer, toda una declaración de intenciones ante una UB La Palma muy disminuida en lo físico.
Y con todo, el cuadro insular llegó al final del tercer periodo con cinco puntos de renta (59-54), un tanteo que ofrecía esperanzas y decía que la hombrada, muy necesaria por otro lado, era posible. Reggie Moore y Sebas Arrocha eran los argumentos para la ilusión en Miraflores, pero aun y cuando siguieron anotando en el parcial final se encontraron con un Cantabria muy atinado en los momentos decisivos. Con 34 en el cuarto final, los cántabros fueron un ciclón ofensivo al amparo de su superioridad física. Ni siquiera hubo esperanzas de milagro en forma de final igualado, y los de Ñete Bohigas sufrieron su quinta derrota consecutiva. El técnico dijo tras el encuentro que no piensa en arrojar la toalla pese a este pésimo estreno en la LEB Oro. "Voy a morir matando", fue su sentencia en vestuarios. No le queda mucho tiempo para demostrarlo.
UB La Palma: 81
(22+20+17+17): 19/38 canastas de dos. 8/25 triples. 19/26 tiros libres. 28 rebotes (11 ofensivos). 22 faltas personales. Valoración: 78. Jugaron: Carlos Canals (3,-), Isma Torres (10,**), Anthony Johnson (16,***), Sebas Arrocha (20,***) y Reggie Moore (24,***) -quinteto inicial- David Gil (7,*), Francis Koffi (1,-) y Carlos Martínez (0,-). Entrenador: Ñete Bohigas.
Alerta Cantabria: 88
(19+18+17+34): 22/43 canastas de dos. 8/19 triples. 20/24 tiros libres. 35 rebotes (12 ofensivos). 26 faltas personales. Valoración: 93. Jugaron: Lee Covile (13,**), Richi Guillén (11,**), Salva Camps (13,***), Joao Coreira (4,*), Adrian Boccia (6,*) -quinteto inicial- Borja Larragán (9,**), Romeo Travis (7,*), Anthony Stacey (6,*), Chus Poves (6,*), Txomin López (7,*) y XaviRey (6,**). Entrenador: Mateo Rubio.
Parciales. 22-19, 42-37 (descanso), 59-54 y 81-88 (final).
Árbitros. Juan Manuel Uruñuela Uruñuela y Marta Hernando (**). Buen arbitraje, sin decisiones decisivas en el resultado final.
Incidencias. Apenas unos seiscientos espectadores en el Pabellón Insular de Miraflores.
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