EL MUNDO-LA CRÓNICA: León, que hoy estrena el patrocinio de Climalia, busca dar otra imagen ante La Palma.
JORGE CALLADO / LEÓN
Baloncesto León vuelve a la carga esta tarde en el Palacio con la imperiosa necesidad de ganar para dejar enterrada definitivamente la pésima imagen mostrada la pasada semana en Burgos ante el colista. El equipo de Gustavo Aranzana que hoy estrena el apellido de Climalia (su nuevo patrocinador) tiene un importante reto que llega con más complicaciones de las previstas ya que el motor de la maquinaria leonesa no se ha recuperado de su esguince de tobillo y no podrá jugar. Además Bulfoni llega muy justo ya que aún arrastra molestias en sus gemelos tras el último partido. El técnico vallisoletano se resigna y apuesta ante «el equipo revelación» por «el espíritu de equipo ya que hay que sacar el partido y nosotros no podemos cometer otro fallo más».
Lo cierto es que tras la derrota en Burgos, Aranzana confía en que sus jugadores hayan aprendido la lección. Ya está hablado y se ha pasado página. Espero que esas cosas se olvidan y se sacan las conclusiones. «Los jugadores saben que no tomamos el partido con la determinación y no salimos preparados. Una cosa es falta de concentración y otra la desgana y la desidia que no la hubo. El equipo quería ganar, el equipo pelea, intentó sufrir, pero a veces se corría detrás del balón sin ningún sentido en muy despistados».
La Palma llega a León en un buen momento de forma y con un equipo potente. «Hay que apelar a ese espíritu de equipo para sacar el partido complicado que para mí se me antoja revelación , que lleva diez victorias y que son el segundo equipo más anotador de la liga y que juegan bien a baloncesto».
Lo cierto es que Gustavo Aranzana tiene muy claro cual es el perfil de su equipo y si ésta cambia, entonces puede haber problemas con cualquier rival. «Un equipo que quiere ganar, que quiere ser campeón, que tiene ese orgullo no puede fallar como lo hicimos en Burgos. Si no jugamos al ciento diez por cien y no hacemos las cosas que hacemos en el campo nuestros mecanismos defensivos, nuestro criterio, nuestro rigor, somos un equipo vulgar y nos puede ganar cualquier equipo», explicó ayer en la rueda de prensa posterior al último entrenamiento de la semana.
Aranzana no cree que se haya bajado la guardia en el equipo y asegura que «los jugadores no son egoístas en este equipo. A veces perdemos la compostura porque queremos apelar a la heroica de querer ganar el partido con acciones individuales. Los celos malos no existen, siempre hay un celo y una ambición de querer jugar más minutos. Hay jugadores que no están en su mejor momento y son situaciones que se producen en temporadas de diez meses».
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