DIARIO DE LEÓN: Aranzana salva al Climalia León con una zona.
La Palma aprovechó la falta de intensidad local y forzó a Bernabé a quitarse el chándal.
Carlos Frá / León
No había sido una semana fácil para Climalia León y tampoco lo fue el partido. Ayer en el Palacio de Deportes, en el estreno del nuevo patrocinador el entrenador Gustavo Aranzana tuvo que jugar todas sus bazas porque La Palma amenazó seriamente con llevarse la victoria. Las lesiones y una salida dubitativa dieron alas a un rival con buenos jugadores y con un juego ágil que llegó a ponerse 16 arriba (30-46). Pero el técnico local se cansó de tanta anarquía sobre la cancha y exhibió las defensas zonales que tiene guardadas para las emergencias y con un parcial de 13-0 el partido dio un giro de 180 grados.
De entrada Aranzana dejó a Bulfoni y a Bernabé en el banquillo. El base incluso se puso el chándal tras participar en la rueda de calentamiento, prueba evidente que de momento no se contaba con él. Los primeros minutos fueron para Lucho y el partido pintaba bien (11-4) pero Eloy Doce pido un tiempo muerto y varió algunas piezas y con dos triples del temible juego exterior de La Palma las cosas se igualaron. Aranzana puso en la pista a Baquer para dar oxígeno a Dumas y el joven base navarro se vio ante un Andre Turner que casi le dobla la edad (22 por 42 años). La entrada del estadounidense estaba dando alas a La Palma y dos faltas consecutivas de Peterson le sentaban en el banquillo al acumular tres, debilitando la defensa local.
El equipo canario corría para castigar cada fallo local y las rotaciones de Aranzana no conseguían frenar a un rival que estaba dando la vuelta a las cosas. Arrocha castigaba el aro leonés desde fuera y Waschsmann y Albert se estaban adueñando de las pinturas, lo que llegó a La Palma a ponerse arriba para acabar el cuarto con una máxima ventaja de 8 (30-38). El enfado de Aranzana era evidente y castigaba las indisciplinas tácticas sacando a jugadores de la cancha, porque tras empatar las cosas a 28 llegó un parcial de 0-7 en un abrir y cerrar de ojos.
En la segunda parte Aranzana sacó a Bernabé a la cancha, pero el rival tenía claro que no podía dejar pasar su oportunidad y con un parcial de arranque de 0-8 (30-46) puso a León contra las cuerdas. El técnico paró el partido y ordenó una defensa zonal que se le atragantó a La Palma, un equipo que gusta del juego rápido. La mejoría atrás permitió al León correr y un rápido parcial de 13-0 ajustó las cosas (43-46), con Quinteros exhibiendo su muñeca. El Palacio, contagiado por el equipo, despertó y el empuje de la «marea roja» llevó en volandas a Baloncesto León a sumar en los siguientes minutos un parcial de 37-8 que dejaba el partido encarrilado. El equipo estaba tan lanzado que el propio Aranzana se vio obligado a reclamar calma a sus jugadores en algunos momentos.
El último periodo arrancó con empate a 52 y La Palma se puso por encima por última vez con dos tiros libres de Koffi. León sumó un parcial de 15-0 con Otegui y Lucho probando que León tiene un banquillo importante. Llegó a una máxima ventaja de 13 puntos (67-54) y cuando el rival parecía que estaba noqueado se levantó de la lona y aún peleó los últimos balones, aunque Aranzana no estaba dispuesto a permitir riesgos y con dos bases en la cancha controló el balón hasta el final e incluso cuando el rival anotó un par de canastas seguidas pidió un tiempo muerto. Leather ya no había vuelto a la cancha y su mirada se cruzó con el técnico en algún momento con cierta tensión.
Gustavo Aranzana: «cuando nos hemos liberado hemos vuelto a ser nosotros»
El técnico planteó en la sala de prensa que «siempre hay que morir en la cancha, a ganas y a deseo no nos puede ganar nadie». Y lo hizo para explicar el cambio que sufrió su equipo: «Cuando nos vimos 16 abajo, con el cambio táctico las zonas 3-2 y 1-3-1, alternando con individual los descentró y dejaron de jugar tan animados. El equipo había sufrido una semana difícil tras lo de Burgos y con las lesiones, y no estaba liberado. Tenía dudas y estaba frío, apático, sin alegría... Tuvimos que vernos en el agujero para recuperar la chispa, y cuando nos hemos liberado hemos vuelto a ser nosotros».
Aranzana alabó al público que estuvo «incomensurable» y destacó que su equipo ofreció «17 minutos de gran espectáculo, tras 23 de baloncesto terrorífico». Y ahí lanzó la voz de alarma y pidio «que todo el mundo se quede con lo bueno», porque según Aranzana, «estamos en enero, y hace falta paciencia y tranquilidad» ya que en su opinión es prematuro empezar a hablar de urgencias.
El entrenador alabó a Bernabé porque «ha querido jugar cuando ayer no podía andar, pero ha apretado los dientes y que cunda el ejemplo porque se podía quitar de en medio, pero ahí estuvo con mucho riesgo».
Por su parte, el técnico de La Palma Eloy Doce destacó que su equipo tuvo una gran dinámica durante muchos minutos, pero no tuvo la cabeza necesaria para seguir en el partido cuando León empezó la remontada. «No hemos sabido volver a parar el partido y ellos se cargaron de moral mientras nosotros veíamos con importencia que no anotábamos y ellos metían canastas fáciles».
Bernabé: «el tobillo evolucionó bien porque me metí mucha cera estos tres días»
El protagonista de la jornada fue sin duda el base Juanjo Bernabé. A mitad de semana tras sufrir un esguince de tobillo incluso hubo quien le dio por totalmente perdido para este partido, pero no contaba con el carácter del jugador alicantino, que cuando su equipo le necesitó no dudó en ofrecerse al entrenador. «En el equipo estamos para echar una mano y estos días, con el doctor, el fisioterapeuta y Vaquera todo ha evolucionado muy bien», explicó Bernabé en la sala de prensa. «El tobillo evolucionó bien porque me metí mucha cera estos tres días. Tenía la ilusión de que Gustavo Aranzana supiese que podía contar conmigo si me necesitaba», comentó el base. Sobre el partido, Bernabé destacó que tras el descanso el León «estuvo concentrado, dio un pase más y se puso a defender de verdad».
Carlos Frá / León
No había sido una semana fácil para Climalia León y tampoco lo fue el partido. Ayer en el Palacio de Deportes, en el estreno del nuevo patrocinador el entrenador Gustavo Aranzana tuvo que jugar todas sus bazas porque La Palma amenazó seriamente con llevarse la victoria. Las lesiones y una salida dubitativa dieron alas a un rival con buenos jugadores y con un juego ágil que llegó a ponerse 16 arriba (30-46). Pero el técnico local se cansó de tanta anarquía sobre la cancha y exhibió las defensas zonales que tiene guardadas para las emergencias y con un parcial de 13-0 el partido dio un giro de 180 grados.
De entrada Aranzana dejó a Bulfoni y a Bernabé en el banquillo. El base incluso se puso el chándal tras participar en la rueda de calentamiento, prueba evidente que de momento no se contaba con él. Los primeros minutos fueron para Lucho y el partido pintaba bien (11-4) pero Eloy Doce pido un tiempo muerto y varió algunas piezas y con dos triples del temible juego exterior de La Palma las cosas se igualaron. Aranzana puso en la pista a Baquer para dar oxígeno a Dumas y el joven base navarro se vio ante un Andre Turner que casi le dobla la edad (22 por 42 años). La entrada del estadounidense estaba dando alas a La Palma y dos faltas consecutivas de Peterson le sentaban en el banquillo al acumular tres, debilitando la defensa local.
El equipo canario corría para castigar cada fallo local y las rotaciones de Aranzana no conseguían frenar a un rival que estaba dando la vuelta a las cosas. Arrocha castigaba el aro leonés desde fuera y Waschsmann y Albert se estaban adueñando de las pinturas, lo que llegó a La Palma a ponerse arriba para acabar el cuarto con una máxima ventaja de 8 (30-38). El enfado de Aranzana era evidente y castigaba las indisciplinas tácticas sacando a jugadores de la cancha, porque tras empatar las cosas a 28 llegó un parcial de 0-7 en un abrir y cerrar de ojos.
En la segunda parte Aranzana sacó a Bernabé a la cancha, pero el rival tenía claro que no podía dejar pasar su oportunidad y con un parcial de arranque de 0-8 (30-46) puso a León contra las cuerdas. El técnico paró el partido y ordenó una defensa zonal que se le atragantó a La Palma, un equipo que gusta del juego rápido. La mejoría atrás permitió al León correr y un rápido parcial de 13-0 ajustó las cosas (43-46), con Quinteros exhibiendo su muñeca. El Palacio, contagiado por el equipo, despertó y el empuje de la «marea roja» llevó en volandas a Baloncesto León a sumar en los siguientes minutos un parcial de 37-8 que dejaba el partido encarrilado. El equipo estaba tan lanzado que el propio Aranzana se vio obligado a reclamar calma a sus jugadores en algunos momentos.
El último periodo arrancó con empate a 52 y La Palma se puso por encima por última vez con dos tiros libres de Koffi. León sumó un parcial de 15-0 con Otegui y Lucho probando que León tiene un banquillo importante. Llegó a una máxima ventaja de 13 puntos (67-54) y cuando el rival parecía que estaba noqueado se levantó de la lona y aún peleó los últimos balones, aunque Aranzana no estaba dispuesto a permitir riesgos y con dos bases en la cancha controló el balón hasta el final e incluso cuando el rival anotó un par de canastas seguidas pidió un tiempo muerto. Leather ya no había vuelto a la cancha y su mirada se cruzó con el técnico en algún momento con cierta tensión.
Gustavo Aranzana: «cuando nos hemos liberado hemos vuelto a ser nosotros»
El técnico planteó en la sala de prensa que «siempre hay que morir en la cancha, a ganas y a deseo no nos puede ganar nadie». Y lo hizo para explicar el cambio que sufrió su equipo: «Cuando nos vimos 16 abajo, con el cambio táctico las zonas 3-2 y 1-3-1, alternando con individual los descentró y dejaron de jugar tan animados. El equipo había sufrido una semana difícil tras lo de Burgos y con las lesiones, y no estaba liberado. Tenía dudas y estaba frío, apático, sin alegría... Tuvimos que vernos en el agujero para recuperar la chispa, y cuando nos hemos liberado hemos vuelto a ser nosotros».
Aranzana alabó al público que estuvo «incomensurable» y destacó que su equipo ofreció «17 minutos de gran espectáculo, tras 23 de baloncesto terrorífico». Y ahí lanzó la voz de alarma y pidio «que todo el mundo se quede con lo bueno», porque según Aranzana, «estamos en enero, y hace falta paciencia y tranquilidad» ya que en su opinión es prematuro empezar a hablar de urgencias.
El entrenador alabó a Bernabé porque «ha querido jugar cuando ayer no podía andar, pero ha apretado los dientes y que cunda el ejemplo porque se podía quitar de en medio, pero ahí estuvo con mucho riesgo».
Por su parte, el técnico de La Palma Eloy Doce destacó que su equipo tuvo una gran dinámica durante muchos minutos, pero no tuvo la cabeza necesaria para seguir en el partido cuando León empezó la remontada. «No hemos sabido volver a parar el partido y ellos se cargaron de moral mientras nosotros veíamos con importencia que no anotábamos y ellos metían canastas fáciles».
Bernabé: «el tobillo evolucionó bien porque me metí mucha cera estos tres días»
El protagonista de la jornada fue sin duda el base Juanjo Bernabé. A mitad de semana tras sufrir un esguince de tobillo incluso hubo quien le dio por totalmente perdido para este partido, pero no contaba con el carácter del jugador alicantino, que cuando su equipo le necesitó no dudó en ofrecerse al entrenador. «En el equipo estamos para echar una mano y estos días, con el doctor, el fisioterapeuta y Vaquera todo ha evolucionado muy bien», explicó Bernabé en la sala de prensa. «El tobillo evolucionó bien porque me metí mucha cera estos tres días. Tenía la ilusión de que Gustavo Aranzana supiese que podía contar conmigo si me necesitaba», comentó el base. Sobre el partido, Bernabé destacó que tras el descanso el León «estuvo concentrado, dio un pase más y se puso a defender de verdad».
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