DIARIO LA MANYANA: Atraco en el Barris Nord.
Rubén Sánchez Mohedas y Mariano Martín Palomo Cañas. Estos dos personajillos se colaron inesperadamente en la fiesta e hicieron arder ayer el Barris Nord como nunca.
C.T.B. / Lleida
Un arbitraje para casi todos demencial –eso se puede probar– para otros premeditado –eso no– pero por encima de todo desquiciante y escandalosamente parcial, derivó en la sexta derrota, segunda de la era Edu Torres, de un Plus Pujol gris que vio cortado a base de faltas cualquier atisbo de reacción. Que los hubo, y muchos. La estadística final es demoledora: al Plus Pujol le pitaron 35 faltas y al La Palma, 21. Los leridanos lanzaron 15 tiros libres y el rival nada más y nada menos que 47, de los que anotó 36, casi la mitad de los puntos finales (70-78).
Los azules recibieron cuatro técnicas –dos a Edu Torres que fue expulsado a falta de cinco minutos– una antideportiva y, más allá de los números, un sinfín de desagravios y frases prepotentes y chulescas de dos colegiados que al final tuvieron que salir protegidos para evitar la ira justificada de la grada. Se fueron sin incidentes en un Barris Nord en el que retumbaba el eco en forma de lamento del que acaba de ser atracado. El Plus Pujol no jugó bien. Eso es innegable. Saltó a la pista con nervios y no supo sacudírselos en ningún momento por culpa, en gran parte, del concierto de pito. Pero jugó espeso, sin circulación, con demasiadas pérdidas y con malos porcentajes de tiro. Además, no supo controlar el rebote –32 a 45– ni pudo frenar en ningún momento a Alfonso Albert, el pilar del La Palma que acabó el choque con 21 puntos, 14 rebotes y un 33 de valoración. Pero todo quedó velado por el manto del arbitraje y bajo él la duda de si el equipo hubiera dado otra imagen con otros colegiados sobre el parquet. El primero fue un cuarto de tanteo.
Equilibrado
Los locales jugaban sólo a ráfagas y con poco orden, mientras que el La Palma sobrevivía gracias al trabajo bajo los aros de Alfons Albert, los rebotes ofensivos (siete en total) y la aparición del veterano Arrocha que le permitieron empatar a 16. En el segundo se lió la gorda. Un Plus Pujol fallón empezó a ser machacado a base de faltas. Cayó la tercera de McNaull –el más perjudicado– y la tercera de Comas. El UB La Palma seguía haciendo daño en la pintura con Albert, Waschmann, mientras que los leridanos tenían verdaderos problemas para atacar y defender. A la mínima que aceleraban el ritmo eran castigados con un pitido. Eso calentó la grada y desesperó al personal. Con 23-29 primer técnica a Edu Torres por pedir falta en un empujón. Poco después, y con el Barris Nord aún encendido, Tamames vio otra por golpear una pancarta publicitaria tras recibir una clara falta no señalada. El básquet desapareció. Había nervios. Las jugadas duraban poco más de 10 segundos. Faltas. Tiros libres. Un desastre que derivó en el 24-38 y 14 puntos de ventaja para un rival que a esas alturas ya casi doblaba al Plus Pujol en rebotes y que gracias a un parcial de 12-22 se fue al descanso con diez puntos de ventaja (28-38.
El descanso tenía que calmar los ánimos. Y así fue. El Plus Pujol saltó a la pista más concentrado, controlando mejor el rebote y selecionando mejor el tiro. Los puntos de Vallmajó –que alcanzó los once– los triples de Phillips y uno de Albert Miguel ponían el partido en un puño. 50-50. Todo pintaba de otro manera. La victoria era posible pese a Alfons Albert que ya llevaba por aquel entonces 17 puntos y once rebotes. Pero fue sólo un espejismo. Los árbitros volvieron a tomar protagonismo y a pitar en un sólo sentido. Cuarta a Tamames, cuarta a Jeffers, cuarta a Vallmajó y quinta al bueno de Joe McNaull. Toma ya. El último cuarto se abrió con un Plus Pujol tocado por las personales, cansado por tener que jugar contra siete pero con el marcador apretado. Había nervios. Y el La Palma supo jugar con ello. Buscó el contacto, jugó con ritmo y se mostró efectivo en el tiro. Arrocha seguía anotando con facilidad, Edwards daba puntos de ventaja a los suyos pero no conseguían despegarse un Lleida abatido pero que seguía vivo y con fuerzas para luchar hasta el final.
Pero de nuevo los árbitros echaron a los locales de la pista. Técnica al banquillo por protestar y poco después técnica y expulsión a Edu Torres por –con la boca cerrada– pedir con los brazos en alto y las manos juntas una falta antideportiva. El técnico abandonó la pista ante la ovación de la grada y vio el resto del choque en silencio desde el túnel de vestuarios.
Tiros libres y más tiros libres para el La Palma y 57-64 va falta de cuatro para el final. Para acabar la faena y tras dos buenas canastas del Plus Pujol, Phillips recibió una falta antideportiva. Fue el acabose (63-70) de un choque que deja al equipo enrabietado pero aún vivo.
C.T.B. / Lleida
Un arbitraje para casi todos demencial –eso se puede probar– para otros premeditado –eso no– pero por encima de todo desquiciante y escandalosamente parcial, derivó en la sexta derrota, segunda de la era Edu Torres, de un Plus Pujol gris que vio cortado a base de faltas cualquier atisbo de reacción. Que los hubo, y muchos. La estadística final es demoledora: al Plus Pujol le pitaron 35 faltas y al La Palma, 21. Los leridanos lanzaron 15 tiros libres y el rival nada más y nada menos que 47, de los que anotó 36, casi la mitad de los puntos finales (70-78).
Los azules recibieron cuatro técnicas –dos a Edu Torres que fue expulsado a falta de cinco minutos– una antideportiva y, más allá de los números, un sinfín de desagravios y frases prepotentes y chulescas de dos colegiados que al final tuvieron que salir protegidos para evitar la ira justificada de la grada. Se fueron sin incidentes en un Barris Nord en el que retumbaba el eco en forma de lamento del que acaba de ser atracado. El Plus Pujol no jugó bien. Eso es innegable. Saltó a la pista con nervios y no supo sacudírselos en ningún momento por culpa, en gran parte, del concierto de pito. Pero jugó espeso, sin circulación, con demasiadas pérdidas y con malos porcentajes de tiro. Además, no supo controlar el rebote –32 a 45– ni pudo frenar en ningún momento a Alfonso Albert, el pilar del La Palma que acabó el choque con 21 puntos, 14 rebotes y un 33 de valoración. Pero todo quedó velado por el manto del arbitraje y bajo él la duda de si el equipo hubiera dado otra imagen con otros colegiados sobre el parquet. El primero fue un cuarto de tanteo.
Equilibrado
Los locales jugaban sólo a ráfagas y con poco orden, mientras que el La Palma sobrevivía gracias al trabajo bajo los aros de Alfons Albert, los rebotes ofensivos (siete en total) y la aparición del veterano Arrocha que le permitieron empatar a 16. En el segundo se lió la gorda. Un Plus Pujol fallón empezó a ser machacado a base de faltas. Cayó la tercera de McNaull –el más perjudicado– y la tercera de Comas. El UB La Palma seguía haciendo daño en la pintura con Albert, Waschmann, mientras que los leridanos tenían verdaderos problemas para atacar y defender. A la mínima que aceleraban el ritmo eran castigados con un pitido. Eso calentó la grada y desesperó al personal. Con 23-29 primer técnica a Edu Torres por pedir falta en un empujón. Poco después, y con el Barris Nord aún encendido, Tamames vio otra por golpear una pancarta publicitaria tras recibir una clara falta no señalada. El básquet desapareció. Había nervios. Las jugadas duraban poco más de 10 segundos. Faltas. Tiros libres. Un desastre que derivó en el 24-38 y 14 puntos de ventaja para un rival que a esas alturas ya casi doblaba al Plus Pujol en rebotes y que gracias a un parcial de 12-22 se fue al descanso con diez puntos de ventaja (28-38.
El descanso tenía que calmar los ánimos. Y así fue. El Plus Pujol saltó a la pista más concentrado, controlando mejor el rebote y selecionando mejor el tiro. Los puntos de Vallmajó –que alcanzó los once– los triples de Phillips y uno de Albert Miguel ponían el partido en un puño. 50-50. Todo pintaba de otro manera. La victoria era posible pese a Alfons Albert que ya llevaba por aquel entonces 17 puntos y once rebotes. Pero fue sólo un espejismo. Los árbitros volvieron a tomar protagonismo y a pitar en un sólo sentido. Cuarta a Tamames, cuarta a Jeffers, cuarta a Vallmajó y quinta al bueno de Joe McNaull. Toma ya. El último cuarto se abrió con un Plus Pujol tocado por las personales, cansado por tener que jugar contra siete pero con el marcador apretado. Había nervios. Y el La Palma supo jugar con ello. Buscó el contacto, jugó con ritmo y se mostró efectivo en el tiro. Arrocha seguía anotando con facilidad, Edwards daba puntos de ventaja a los suyos pero no conseguían despegarse un Lleida abatido pero que seguía vivo y con fuerzas para luchar hasta el final.
Pero de nuevo los árbitros echaron a los locales de la pista. Técnica al banquillo por protestar y poco después técnica y expulsión a Edu Torres por –con la boca cerrada– pedir con los brazos en alto y las manos juntas una falta antideportiva. El técnico abandonó la pista ante la ovación de la grada y vio el resto del choque en silencio desde el túnel de vestuarios.
Tiros libres y más tiros libres para el La Palma y 57-64 va falta de cuatro para el final. Para acabar la faena y tras dos buenas canastas del Plus Pujol, Phillips recibió una falta antideportiva. Fue el acabose (63-70) de un choque que deja al equipo enrabietado pero aún vivo.
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