EL CORREO DE BURGOS: Un irregular Autocid sufre para ganar.
El cuadro que entrena Andreu Casadevall logró una victoria liguera ante un La Palma que estuvo a punto de ‘pescar’ en El Plantío. Peter Lorant se volvió a echar el equipo a la espalda cuando peor estaban las cosas.
R. MENA/ Burgos
Sangre, sudor y lágrimas le costó a Autocid conseguir la victoria ayer ante La Palma. Estuvo irregular, alternó fases brillantes con otras desastrosas, pero al final la victoria se quedó en casa. Peter Lorant volvió a tirar del carro y se sacó dos triples de la manga cuando el equipo más lo necesitaba. También la afición aportó su granito de arena y es que El Plantío presionó, animó y acabó celebrando la victoria de los suyos.
El cuadro azulón jugó a rachas. Fue como el Guadiana, lo que le pudo costar el partido. El conjunto de casa se tuvo que sobreponer a la lesión de Chus Castro, justo cuando el gallego estaba marca, y también a que ni Rai López ni Raúl Mena, sobre todo el primero, estuvieran finos en la dirección de juego.
El equipo tuvo que apretar los dientes, calmarse cuando la adrenalina llegaba al techo del pabellón y aprovechar sus virtudes para dejar el triunfo en casa en un final no apto para cardiacos.
Autocid comenzó dominando y consiguió sus primeras diferencias a partir de las defensa. El equipo de casa estaba más centrado, más enganchado al partido y pronto abrió brecha (10-5). Aunque la reacción de los canarios llegó de forma paulatina, sin grandes alardes, pero fue efectiva. El técnico de La Palma movió el banquillo y encontró la tecla para que los suyos funcionaran. Además Autocid entró en un bache de juego. Un parcial de 0-5 dejó el marcador en 14-12. Se llegó al final del cuarto con 16-13 y con un Autocid que fue de más a menos.
Si el equipo recuperaba el nivel que había exhibido en el inicio del choque no debía tener problemas para imponerse, aunque necesitaba dar una vuelta más de tuerca a su intensidad, sobre todo en su canasta.
Un triple de Schaftenar empataba el partido a poco de iniciarse el segundo cuarto (18-18), aunque a partir de ese momento regresó el mejor Autocid. Chus Castro se convirtió en el cabecilla de la reacción y un parcial de 9-0 volvió a dar el timón del encuentro a los de Casadevall.
Chus Castro aportaba al equipo la chispa necesaria para imponer un ritmo que La Palma no podía seguir. Micah Downs se sumó a la fiesta y fue entonces cuando la brecha soprepasó la barrera de los 10 puntos (34-22). La Palma estaba aturdido y Autocid pasaba por su mejor momento. La máxima llegó a falta de cuatro para el descanso (36-22), pero en un abrir y cerrar todo se fue al traste.
La Palma luchaba para que el choque no se rompiera. Había aumentado considerablemente su intensidad en ambas zonas y Autocid lo notaba. Con el 36-29 Casadevall pidió tiempo muerto para frenar la ‘sangría’, pero su equipo había entrado en barrena y lo mejor que le podía pasar es que llegara el descanso.
Un triple de Román Martínez dejaba el marcador en 36-35 y el banquillo azulón volvía a pedir tiempo muerto, que no evitó que en la siguiente jugada Tello pusiera a La Palma por delante (36-37). El panorama empeoraba por momentos, el parcial era ya de 0-17, por lo que el intermedio fue un alivio.
Autocid había pasado del día a la noche. De tener contra las cuerdas a su rival y estar cerca de romper el partido, a verse superado por La Palma y cometer innumerables errores.
La puesta en escena de Autocid en la reanudación fue excelente. Volvía a dar buenas sensaciones, a tener un gran ritmo, aunque la pregunta era cuánto duraría. Un parcial de 9-2 le permitía volver a mandar. Regresó la chispa, el pundonor, la intensidad... Pero a los azulones se les volvió a cruzar el cable y La Palma empató (52-52). El encuentro seguía sin tener dueño.
Concluyó la tercera manga con el marcador empatado (55-55), por lo que todo se iba a decidir en los diez últimos minutos. El equipo se la jugaba y la afición era consciente, por lo que El Plantío comenzó a rugir. El cuadro azulón lo agradeció y comenzó mejor que su rival el cuarto, pero volvió a flojear casi de inmediato, por lo que el marcador se igualó otra vez.
Cuando peor lo pasaba Autocid volvió a aparecer Peter Lorant. El húngaro ‘clavó’ dos triples consecutivos y puso a los burgaleses por delante (67-64). Los aficionados se dejaban la garganta y es que el partido era de infarto y cada canasta valía su peso en oro. Lo positivo es que fueron los de casa los que supieron templar mejor los nervios, a pesar de una pareja arbitral empeñada en meter a La Palma en el partido. Cuando sonó la bocina El Plantío suspiró de alivio.
Autocid Ford Burgos: Raúl Mena (8), Alberto Miguel (10), Marcus Vinicius (7), Manu Gómez (10), Peter Lorant (11) –equipo inicial-, Rai López (-), Micah Downs (16), Chus Castro (9), Albano Martínez (-) y Víctor Baldo (2).
UB La Palma: Arrocha (3), Bonhome (2), Schaftenar (7), Rodríguez (11), Tello (21) –equipo inicial-, Román Martínez (7), Odiakosa (11), Alejandro López (5), Cristian Díaz (1) y Alvarado (3).
Árbitros: Uruñuela y Rodríguez. Eliminaron a Arroca en el minuto 39 por cinco faltas personales.
Parciales: 16-13, 36-39 (descanso), 55-55 y 73-71 (final).
R. MENA/ Burgos
Sangre, sudor y lágrimas le costó a Autocid conseguir la victoria ayer ante La Palma. Estuvo irregular, alternó fases brillantes con otras desastrosas, pero al final la victoria se quedó en casa. Peter Lorant volvió a tirar del carro y se sacó dos triples de la manga cuando el equipo más lo necesitaba. También la afición aportó su granito de arena y es que El Plantío presionó, animó y acabó celebrando la victoria de los suyos.
El cuadro azulón jugó a rachas. Fue como el Guadiana, lo que le pudo costar el partido. El conjunto de casa se tuvo que sobreponer a la lesión de Chus Castro, justo cuando el gallego estaba marca, y también a que ni Rai López ni Raúl Mena, sobre todo el primero, estuvieran finos en la dirección de juego.
El equipo tuvo que apretar los dientes, calmarse cuando la adrenalina llegaba al techo del pabellón y aprovechar sus virtudes para dejar el triunfo en casa en un final no apto para cardiacos.
Autocid comenzó dominando y consiguió sus primeras diferencias a partir de las defensa. El equipo de casa estaba más centrado, más enganchado al partido y pronto abrió brecha (10-5). Aunque la reacción de los canarios llegó de forma paulatina, sin grandes alardes, pero fue efectiva. El técnico de La Palma movió el banquillo y encontró la tecla para que los suyos funcionaran. Además Autocid entró en un bache de juego. Un parcial de 0-5 dejó el marcador en 14-12. Se llegó al final del cuarto con 16-13 y con un Autocid que fue de más a menos.
Si el equipo recuperaba el nivel que había exhibido en el inicio del choque no debía tener problemas para imponerse, aunque necesitaba dar una vuelta más de tuerca a su intensidad, sobre todo en su canasta.
Un triple de Schaftenar empataba el partido a poco de iniciarse el segundo cuarto (18-18), aunque a partir de ese momento regresó el mejor Autocid. Chus Castro se convirtió en el cabecilla de la reacción y un parcial de 9-0 volvió a dar el timón del encuentro a los de Casadevall.
Chus Castro aportaba al equipo la chispa necesaria para imponer un ritmo que La Palma no podía seguir. Micah Downs se sumó a la fiesta y fue entonces cuando la brecha soprepasó la barrera de los 10 puntos (34-22). La Palma estaba aturdido y Autocid pasaba por su mejor momento. La máxima llegó a falta de cuatro para el descanso (36-22), pero en un abrir y cerrar todo se fue al traste.
La Palma luchaba para que el choque no se rompiera. Había aumentado considerablemente su intensidad en ambas zonas y Autocid lo notaba. Con el 36-29 Casadevall pidió tiempo muerto para frenar la ‘sangría’, pero su equipo había entrado en barrena y lo mejor que le podía pasar es que llegara el descanso.
Un triple de Román Martínez dejaba el marcador en 36-35 y el banquillo azulón volvía a pedir tiempo muerto, que no evitó que en la siguiente jugada Tello pusiera a La Palma por delante (36-37). El panorama empeoraba por momentos, el parcial era ya de 0-17, por lo que el intermedio fue un alivio.
Autocid había pasado del día a la noche. De tener contra las cuerdas a su rival y estar cerca de romper el partido, a verse superado por La Palma y cometer innumerables errores.
La puesta en escena de Autocid en la reanudación fue excelente. Volvía a dar buenas sensaciones, a tener un gran ritmo, aunque la pregunta era cuánto duraría. Un parcial de 9-2 le permitía volver a mandar. Regresó la chispa, el pundonor, la intensidad... Pero a los azulones se les volvió a cruzar el cable y La Palma empató (52-52). El encuentro seguía sin tener dueño.
Concluyó la tercera manga con el marcador empatado (55-55), por lo que todo se iba a decidir en los diez últimos minutos. El equipo se la jugaba y la afición era consciente, por lo que El Plantío comenzó a rugir. El cuadro azulón lo agradeció y comenzó mejor que su rival el cuarto, pero volvió a flojear casi de inmediato, por lo que el marcador se igualó otra vez.
Cuando peor lo pasaba Autocid volvió a aparecer Peter Lorant. El húngaro ‘clavó’ dos triples consecutivos y puso a los burgaleses por delante (67-64). Los aficionados se dejaban la garganta y es que el partido era de infarto y cada canasta valía su peso en oro. Lo positivo es que fueron los de casa los que supieron templar mejor los nervios, a pesar de una pareja arbitral empeñada en meter a La Palma en el partido. Cuando sonó la bocina El Plantío suspiró de alivio.
Autocid Ford Burgos: Raúl Mena (8), Alberto Miguel (10), Marcus Vinicius (7), Manu Gómez (10), Peter Lorant (11) –equipo inicial-, Rai López (-), Micah Downs (16), Chus Castro (9), Albano Martínez (-) y Víctor Baldo (2).
UB La Palma: Arrocha (3), Bonhome (2), Schaftenar (7), Rodríguez (11), Tello (21) –equipo inicial-, Román Martínez (7), Odiakosa (11), Alejandro López (5), Cristian Díaz (1) y Alvarado (3).
Árbitros: Uruñuela y Rodríguez. Eliminaron a Arroca en el minuto 39 por cinco faltas personales.
Parciales: 16-13, 36-39 (descanso), 55-55 y 73-71 (final).
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