EL HERALDO: La rutina del campeón.
E. COSCOLÍN / Zaragoza
Las semanas pasan y el CAI Zaragoza las revive como si fueran la misma. Desde hace diez jornadas, cuando logró el primer triunfo de una serie que todavía no ha concluido, encara el trabajo con la rutina del campeón, con los hábitos de quien sabe que lo tiene todo en su mano, pero también es consciente de que no se puede fiar de ninguno de los rivales que le esperan en la cancha. Esta tampoco es distinta, aunque su compromiso se haya adelantado a mañana, y los jugadores de Abós se encomiendan al trabajo en los entrenamientos y a su profesionalidad en forma de concentración e intensidad sobre el parquet para superar a La Palma y dar un nuevo paso hacia la ACB. Se sigue hablando de esfuerzo, de ausencia de relajación y de las cuentas para el ascenso. Todo es lo mismo, todo es igual, pero el líder, el que está llamado a ser campeón de la LEB tiene que asumirlo y aceptarlo hasta que el objetivo esté en el bolsillo.
Uno de los que mejor lo sabe es el capitán Matías Lescano. Él, junto a Paolo Quinteros y Darren Phillip, ya vivió la gesta de hace dos temporadas. Los tres saben que la situación es calcada a la actual y mantienen la filosofía que sirvió entonces y servirá este año: no confiarse.
"Cuando estás a estas alturas y lo ves tan cerca la ansiedad aparece siempre, aunque digamos que no. Lo jugaríamos todo muy rápido, en apenas dos semanas. Pero la verdad es que estamos entrenando muy bien, estamos todos con muchas ganas. El objetivo está cerca pero todavía falta".
El destino ha querido que la historia se repita casi al dedillo, lo cual puede beneficiar a aquellos que ya pasaron por esto: "Es igual que hace dos años, estamos en la misma situación, con partidos muy parecidos. Entonces había que ir a Palma de Mallorca y ahora a Tenerife, e incluso se podría dar el caso de ascender un día en el que no juguemos. Se asimila mucho y, sobre todo, porque dependemos de nosotros, lo tenemos en nuestra mano".
De las pocas diferencias con aquella campaña es que "entonces había bastante gente que llevaba más tiempo en el club. Este año casi todos son nuevos, pero todos tienen muchas ganas de ascender, y hay algunos que no han vivido nada igual".
El argentino es el único jugador rojillo con problemas físicos. Una inoportuna lumbalgia le ha apartado de varias sesiones de trabajo y le ha reducido los minutos en cancha los días de partido. Sin embargo, parece que va evolucionando favorablemente. "Ahora estoy un poco mejor, durante algunas semanas he pasado unos días bastante dolorido que me impidió entrenar, pero estoy trabajando separado con el preparador físico Isaac López y el fisioterapeuta José Ignacio García y me encuentro bastante mejor. No estoy al cien por cien, pero puedo jugar y entrenar a la par de los chicos", explicó el Bicho.
Su lesión invita a pensar que "lo mejor sería que acabara la temporada cuanto antes para recuperarme la espalda", pero su carácter ganador le lleva a reconocer que "en este momento nadie se quiere perder ningún partido. Estamos a un pasito del objetivo y no me lo voy a perder, además, estoy mejor".
Lescano considera que al grupo le "viene bien" el jugar este miércoles, "eso evita que te relajes y sigas con la misma dinámica de los últimos partidos. Lo bueno es que dependemos de nosotros. Si jugamos como en el segundo y tercer cuarto de Cornellá no tendremos problemas con ningún rival".
La Palma no descarta la sorpresa
Mientras, el rival, La Palma, no descarta dar la sorpresa en el Príncipe Felipe aunque saben de la dificultad que eso conlleva. Su técnico Rafa Sanz afirma que "es momento de dar un paso al frente. Vamos a Zaragoza sabiendo que es muy difícil poder ganarle al CAI, pero en el deporte, a veces, se dan sorpresas".
Las semanas pasan y el CAI Zaragoza las revive como si fueran la misma. Desde hace diez jornadas, cuando logró el primer triunfo de una serie que todavía no ha concluido, encara el trabajo con la rutina del campeón, con los hábitos de quien sabe que lo tiene todo en su mano, pero también es consciente de que no se puede fiar de ninguno de los rivales que le esperan en la cancha. Esta tampoco es distinta, aunque su compromiso se haya adelantado a mañana, y los jugadores de Abós se encomiendan al trabajo en los entrenamientos y a su profesionalidad en forma de concentración e intensidad sobre el parquet para superar a La Palma y dar un nuevo paso hacia la ACB. Se sigue hablando de esfuerzo, de ausencia de relajación y de las cuentas para el ascenso. Todo es lo mismo, todo es igual, pero el líder, el que está llamado a ser campeón de la LEB tiene que asumirlo y aceptarlo hasta que el objetivo esté en el bolsillo.
Uno de los que mejor lo sabe es el capitán Matías Lescano. Él, junto a Paolo Quinteros y Darren Phillip, ya vivió la gesta de hace dos temporadas. Los tres saben que la situación es calcada a la actual y mantienen la filosofía que sirvió entonces y servirá este año: no confiarse.
"Cuando estás a estas alturas y lo ves tan cerca la ansiedad aparece siempre, aunque digamos que no. Lo jugaríamos todo muy rápido, en apenas dos semanas. Pero la verdad es que estamos entrenando muy bien, estamos todos con muchas ganas. El objetivo está cerca pero todavía falta".
El destino ha querido que la historia se repita casi al dedillo, lo cual puede beneficiar a aquellos que ya pasaron por esto: "Es igual que hace dos años, estamos en la misma situación, con partidos muy parecidos. Entonces había que ir a Palma de Mallorca y ahora a Tenerife, e incluso se podría dar el caso de ascender un día en el que no juguemos. Se asimila mucho y, sobre todo, porque dependemos de nosotros, lo tenemos en nuestra mano".
De las pocas diferencias con aquella campaña es que "entonces había bastante gente que llevaba más tiempo en el club. Este año casi todos son nuevos, pero todos tienen muchas ganas de ascender, y hay algunos que no han vivido nada igual".
El argentino es el único jugador rojillo con problemas físicos. Una inoportuna lumbalgia le ha apartado de varias sesiones de trabajo y le ha reducido los minutos en cancha los días de partido. Sin embargo, parece que va evolucionando favorablemente. "Ahora estoy un poco mejor, durante algunas semanas he pasado unos días bastante dolorido que me impidió entrenar, pero estoy trabajando separado con el preparador físico Isaac López y el fisioterapeuta José Ignacio García y me encuentro bastante mejor. No estoy al cien por cien, pero puedo jugar y entrenar a la par de los chicos", explicó el Bicho.
Su lesión invita a pensar que "lo mejor sería que acabara la temporada cuanto antes para recuperarme la espalda", pero su carácter ganador le lleva a reconocer que "en este momento nadie se quiere perder ningún partido. Estamos a un pasito del objetivo y no me lo voy a perder, además, estoy mejor".
Lescano considera que al grupo le "viene bien" el jugar este miércoles, "eso evita que te relajes y sigas con la misma dinámica de los últimos partidos. Lo bueno es que dependemos de nosotros. Si jugamos como en el segundo y tercer cuarto de Cornellá no tendremos problemas con ningún rival".
La Palma no descarta la sorpresa
Mientras, el rival, La Palma, no descarta dar la sorpresa en el Príncipe Felipe aunque saben de la dificultad que eso conlleva. Su técnico Rafa Sanz afirma que "es momento de dar un paso al frente. Vamos a Zaragoza sabiendo que es muy difícil poder ganarle al CAI, pero en el deporte, a veces, se dan sorpresas".
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