DIARIO DE BURGOS: Liberando lastre.
El equipo burgalés suma su décimo sexta victoria, que le permite confiar en sus opciones.
Ana Isabel Angulo / Burgos
Diez minutos brillantes en el segundo cuarto sirvieron para sentenciar una importante victoria. El Autocid Ford cuenta con un bagaje significativo que les debe ayudar para romper esa tela de araña que en ocasiones se confecciona a su alrededor y que le atenaza. La culminación de la décimo sexta victoria tiene que provocar una mayor confianza y seguridad en sus propias posibilidades y restarle cualquier tipo de presión, que en muchos momentos del partido parece que le asfixia.
Con el triunfo conseguido anoche ante La Palma, los jugadores de Andreu Casadevall están muy cerca de hacer historia, clasificarse para jugar el play off de ascenso a la ACB. Y esta proximidad de marcar un hito en el deporte burgalés tiene que aligerarles de cualquier rémora o presión.
Anoche ante el cuadro canario volvieron a resurgir las inseguridades pasadas. Después de dos buenos partidos ante Lleida y Breogán, la autoestima desapareció con la derrota en Vic y eso se dejó notar frente a La Palma. Por suerte, el segundo cuarto fue brillante y eso difuminó cualquier temor y el miedo a perder.
Andreu Casadevall, fiel a su filosofía de hacer equipo y repartir responsabilidades, apostó de inicio por Carles Marco, Cleotis Brown, César Sanmartín, Peter Lorant y Manu Gómez. Salieron fuertes y realizaron tres minutos muy buenos (9-2), ejerciendo una gran presión y dominando el rebote. Pero pronto se contagiaron de la anarquía canaria. Con un parcial de 0-9, La Palma dio la vuelta al marcador (9-11). Dos triples de Driesen y Suka les concedieron su mayor ventaja (13-17) y con superioridad cerraron el primer cuarto (15-17).
La salida de Diego Lo Grippo, Diego García y Nedzad Sinanovic fue letal. Los dos argentinos volvieron a hacer gala de su enorme talento anotador, con 10 puntos cada uno. Este potencial unido a la fortaleza debajo del aro de Sinanovic crearon un magnífico espectáculo y mostraron el camino al resto del equipo, tanto en el aspecto ofensivo como defensivo. 33 puntos anotados y 12 de diferencia son números significativos del buen hacer del Autocid Ford.
Tras el descanso, el juego disminuyó. Los ataques eran más complicados y la defensa mucho más relajada. Hubo algunos momentos de juego aceptables pero en líneas generales el partido se convirtió en un correcalles. Lo peor fue el golpe en la rodilla de Nedzad Sinanovic, que le llevó al banquillo, perdiendo el Autocid Ford el principal opositor a las torres canarias, Driesen y Kohlmaier, que en el último cuarto fueron los únicos que aportaron. La ventaja de 22 puntos (70-48) y algunos errores en ataques sembraron nuevamente la desconfianza en las filas burgalesas. Por fortuna, la suerte ya estaba echada -gracias al segundo cuarto- y aunque no hubo un juego brillante, el Autocid Ford sumó un triunfo que debe rebajar la tensión y liberarles de lastre.
Diez minutos brillantes en el segundo cuarto sirvieron para sentenciar una importante victoria. El Autocid Ford cuenta con un bagaje significativo que les debe ayudar para romper esa tela de araña que en ocasiones se confecciona a su alrededor y que le atenaza. La culminación de la décimo sexta victoria tiene que provocar una mayor confianza y seguridad en sus propias posibilidades y restarle cualquier tipo de presión, que en muchos momentos del partido parece que le asfixia.
Con el triunfo conseguido anoche ante La Palma, los jugadores de Andreu Casadevall están muy cerca de hacer historia, clasificarse para jugar el play off de ascenso a la ACB. Y esta proximidad de marcar un hito en el deporte burgalés tiene que aligerarles de cualquier rémora o presión.
Anoche ante el cuadro canario volvieron a resurgir las inseguridades pasadas. Después de dos buenos partidos ante Lleida y Breogán, la autoestima desapareció con la derrota en Vic y eso se dejó notar frente a La Palma. Por suerte, el segundo cuarto fue brillante y eso difuminó cualquier temor y el miedo a perder.
Andreu Casadevall, fiel a su filosofía de hacer equipo y repartir responsabilidades, apostó de inicio por Carles Marco, Cleotis Brown, César Sanmartín, Peter Lorant y Manu Gómez. Salieron fuertes y realizaron tres minutos muy buenos (9-2), ejerciendo una gran presión y dominando el rebote. Pero pronto se contagiaron de la anarquía canaria. Con un parcial de 0-9, La Palma dio la vuelta al marcador (9-11). Dos triples de Driesen y Suka les concedieron su mayor ventaja (13-17) y con superioridad cerraron el primer cuarto (15-17).
La salida de Diego Lo Grippo, Diego García y Nedzad Sinanovic fue letal. Los dos argentinos volvieron a hacer gala de su enorme talento anotador, con 10 puntos cada uno. Este potencial unido a la fortaleza debajo del aro de Sinanovic crearon un magnífico espectáculo y mostraron el camino al resto del equipo, tanto en el aspecto ofensivo como defensivo. 33 puntos anotados y 12 de diferencia son números significativos del buen hacer del Autocid Ford.
Tras el descanso, el juego disminuyó. Los ataques eran más complicados y la defensa mucho más relajada. Hubo algunos momentos de juego aceptables pero en líneas generales el partido se convirtió en un correcalles. Lo peor fue el golpe en la rodilla de Nedzad Sinanovic, que le llevó al banquillo, perdiendo el Autocid Ford el principal opositor a las torres canarias, Driesen y Kohlmaier, que en el último cuarto fueron los únicos que aportaron. La ventaja de 22 puntos (70-48) y algunos errores en ataques sembraron nuevamente la desconfianza en las filas burgalesas. Por fortuna, la suerte ya estaba echada -gracias al segundo cuarto- y aunque no hubo un juego brillante, el Autocid Ford sumó un triunfo que debe rebajar la tensión y liberarles de lastre.
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