DIARIO ALERTA: Continúa el ‘espíritu del Palacio’.
El Alerta Cantabria volvió a ganar como local un partido que se puso muy cuesta arriba durante el tercer cuarto. Los rojinegros llegaron al último periodo siete abajo pero se encomendaron al acierto de Guillén.
JESÚS CHIMENO / SANTANDER
Las contadas victorias que se han producido en el Palacio de los Deportes esta temporada no se saborean hasta que la bocina determina el final del partido. El Alerta Cantabria volvió a adjudicarse un encuentro lleno de emoción y bravura. Los hombres dirigidos por Israel González tuvieron los habituales altibajos que padecen durante los terceros cuartos. Probablemente, si este enfrentamiento se hubiera disputado lejos del Palacio de los Deportes el último cuarto corroboraría una nueva derrota. Sin embargo, el conjunto cántabro se transforma cuando actúa como local. Todos los jugadores incrementaron la intensidad, creyeron en sus posibilidades y añadieron esos tintes dramáticos a los que tienen acostumbrados a sus sufridos aficionados. El partido comenzó de cara para los locales.
Saunders comenzó entonado y La Palma precisó de un estratosférico triple de Edwards para despertar de su letargo. Damon Johnson ocupó la posición de alero y no encontró la manera de anotar, pese a que puso mucho interés durante estos primeros compases. Espectacular la aparición de Chus Poves en el choque. Recibió a los canarios con un triple que representaba la antesala del cuatro de cuatro desde la línea de tres que firmó durante el primer cuarto. El extremeño veía el aro rival como una piscina y anotó catorce puntos en diez minutos. No obstante, la réplica de Perico Sala y Héctor Manzano mitigó el ‘efecto Poves’ y comenzó a decantar ligeramente la balanza hacia el lado visitante. Mención especial para el base, quien le ha dado otro aire a La Palma. Así las cosas, el primer asalto terminó en tablas merced a una canasta a tablero de Guillén durante la última posesión.
La salida de Michael Haynes a la pista presentó muchos nubarrones. El americano se jugó demasiados lanzamientos para el pésimo acierto mostrado. Debutó la última incorporación, Esteban Martínez, quien dejó buenas sensaciones. El argentino demostró su garra y versatilidad y se espera que aporte muchas cosas al equipo de aquí hasta el final de la temporada. Isma Torres impuso su ley en la pintura y se fajó con todas las torres del Alerta Cantabria. Un triple de Koffi en los últimos segundos provocó que se llegara al descanso dos abajo. Tras el descanso el combinado santanderino volvió a interpretar su peor versión. Los nervios y las imprecisiones se reproducían en un equipo en el que sólo Saunders era capaz de anotar.
El buen hacer de Anthony Johnson y un bravo mate de Torres hicieron barruntar los peores presagios. Israel González tuvo que echar mano de un tiempo libre porque el partido se torcía peligrosamente. Más si cabe, cuando Koffi volvía a anotar un triple en la última posesión del tercer cuarto y elevaba la diferencia hasta los siete puntos. Perico Sala estrenó el cuarto asalto con un triple espectacular desde ocho metros que podía haber minado la moral de los locales.
Sin embargo la fragilidad mental a la que hacía mención Israel González la semana pasada en el Barris Nord de Lérida se desvanece en la ballena. El equipo no se amedrentó por la decena de puntos que les distanciaban del último clasificado de la categoría. Los jugadores de la escuadra cántabra se aplicaron lo indecible en defensa y trabajaron para no abatirse ante la resistencia que mostró un buen equipo como La Palma. Sin embargo, ayer en Santander se evidenció la diferencia entre uno y otro equipo, y no es otra que Ricardo Guillén.
Domingo Rodríguez no cuenta con el dos veces nombrado mejor jugador de la LEB y el pívot decidió. Increíble la actuación del canario, quien terminó con una valoración final de 41 puntos. Hizo un alarde de inteligencia y experiencia cuando logró sacar los tres tiros libres que empataron el partido a falta de un minuto para el final. Pero no sólo eso, demostró fiabilidad desde la línea de personal con siete aciertos de otros tantos intentos. Corroboró su buena mano desde la media o larga distancia, carácter en el rebote con diecisiete capturas y una envidiable capacidad de liderazgo para guiar a sus compañeros hacia el triunfo. Guillén tiró del equipo en los momentos de dudas y desquitó la presión a una plantilla que fue de menos a más a lo largo del último periodo.
En el tramo final apareció un desacertado, hasta el momento, Damon Johnson con dos triples brillantes que finiquitaron la octava victoria de la campaña.
JESÚS CHIMENO / SANTANDER
Las contadas victorias que se han producido en el Palacio de los Deportes esta temporada no se saborean hasta que la bocina determina el final del partido. El Alerta Cantabria volvió a adjudicarse un encuentro lleno de emoción y bravura. Los hombres dirigidos por Israel González tuvieron los habituales altibajos que padecen durante los terceros cuartos. Probablemente, si este enfrentamiento se hubiera disputado lejos del Palacio de los Deportes el último cuarto corroboraría una nueva derrota. Sin embargo, el conjunto cántabro se transforma cuando actúa como local. Todos los jugadores incrementaron la intensidad, creyeron en sus posibilidades y añadieron esos tintes dramáticos a los que tienen acostumbrados a sus sufridos aficionados. El partido comenzó de cara para los locales.
Saunders comenzó entonado y La Palma precisó de un estratosférico triple de Edwards para despertar de su letargo. Damon Johnson ocupó la posición de alero y no encontró la manera de anotar, pese a que puso mucho interés durante estos primeros compases. Espectacular la aparición de Chus Poves en el choque. Recibió a los canarios con un triple que representaba la antesala del cuatro de cuatro desde la línea de tres que firmó durante el primer cuarto. El extremeño veía el aro rival como una piscina y anotó catorce puntos en diez minutos. No obstante, la réplica de Perico Sala y Héctor Manzano mitigó el ‘efecto Poves’ y comenzó a decantar ligeramente la balanza hacia el lado visitante. Mención especial para el base, quien le ha dado otro aire a La Palma. Así las cosas, el primer asalto terminó en tablas merced a una canasta a tablero de Guillén durante la última posesión.
La salida de Michael Haynes a la pista presentó muchos nubarrones. El americano se jugó demasiados lanzamientos para el pésimo acierto mostrado. Debutó la última incorporación, Esteban Martínez, quien dejó buenas sensaciones. El argentino demostró su garra y versatilidad y se espera que aporte muchas cosas al equipo de aquí hasta el final de la temporada. Isma Torres impuso su ley en la pintura y se fajó con todas las torres del Alerta Cantabria. Un triple de Koffi en los últimos segundos provocó que se llegara al descanso dos abajo. Tras el descanso el combinado santanderino volvió a interpretar su peor versión. Los nervios y las imprecisiones se reproducían en un equipo en el que sólo Saunders era capaz de anotar.
El buen hacer de Anthony Johnson y un bravo mate de Torres hicieron barruntar los peores presagios. Israel González tuvo que echar mano de un tiempo libre porque el partido se torcía peligrosamente. Más si cabe, cuando Koffi volvía a anotar un triple en la última posesión del tercer cuarto y elevaba la diferencia hasta los siete puntos. Perico Sala estrenó el cuarto asalto con un triple espectacular desde ocho metros que podía haber minado la moral de los locales.
Sin embargo la fragilidad mental a la que hacía mención Israel González la semana pasada en el Barris Nord de Lérida se desvanece en la ballena. El equipo no se amedrentó por la decena de puntos que les distanciaban del último clasificado de la categoría. Los jugadores de la escuadra cántabra se aplicaron lo indecible en defensa y trabajaron para no abatirse ante la resistencia que mostró un buen equipo como La Palma. Sin embargo, ayer en Santander se evidenció la diferencia entre uno y otro equipo, y no es otra que Ricardo Guillén.
Domingo Rodríguez no cuenta con el dos veces nombrado mejor jugador de la LEB y el pívot decidió. Increíble la actuación del canario, quien terminó con una valoración final de 41 puntos. Hizo un alarde de inteligencia y experiencia cuando logró sacar los tres tiros libres que empataron el partido a falta de un minuto para el final. Pero no sólo eso, demostró fiabilidad desde la línea de personal con siete aciertos de otros tantos intentos. Corroboró su buena mano desde la media o larga distancia, carácter en el rebote con diecisiete capturas y una envidiable capacidad de liderazgo para guiar a sus compañeros hacia el triunfo. Guillén tiró del equipo en los momentos de dudas y desquitó la presión a una plantilla que fue de menos a más a lo largo del último periodo.
En el tramo final apareció un desacertado, hasta el momento, Damon Johnson con dos triples brillantes que finiquitaron la octava victoria de la campaña.
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