LA OPINIÓN: El Diablo se sentirá como en casa ante el infierno aurinegro.
Durante dos temporadas fue uno de los hombres claves del Canarias en la LEB II y gracias a su casta y coraje se ganó el cariño de la afición aurinegra. Ahora, un tiempo después, ya consolidado en la LEB Oro, regresa al Juan Ríos Tejera como el incontestable líder del UB La Palma y a sus 30 años atraviesa por su madurez deportiva. Los números lo delatan. A Sebas le gusta armarla en los partidos como el que se vivirá mañana, con las gradas a reventar y toda la presión encima de sus hombros. El Diablo se sentirá como en casa ante el infierno aurinegro.
CARLOS GARCÍA Santa Cruz de Tenerife
Tal vez por la altura, tal vez por un golpe de suerte, Sebas Arrocha no está en la élite. El palmero iba para estrella, pero siempre le faltó el último empujón. Resignado y asentado en el segundo escalón del baloncesto nacional, el jugador palmero empieza a marcar diferencias. Es el líder de su equipo en la cancha y ha terminado de ganarse la confianza de un Ñete Bohigas que en el arranque de la competición lo utilizaba como reserva y que no ha tenido otra que rendirse a la evidencia y apostar por él como titular.
Y es que los números hablan por sí solos. Para empezar, prácticamente doblan a la media de toda su carrera en la LEB. Sebas es, después de siete jornadas disputadas, no sólo el máximo anotador de su equipo, sino también el mejor nacional en esta faceta, por delante de hombres tan contrastados como Richi Guillén. Sólo cinco comunitarios y extracomunitarios le superan. Además, el escolta del UB nunca se esconde y asume las responsabilidades que sean necesarias, lo que le permite provocar un buen número de faltas, ránking en el que es el quinto más prolijo de la competición con más de 4,5 por encuentro.
Aún así, el tiro es la faceta más característica de Arrocha, infalible tanto en movimiento como en parado. El dorsal número 14 del cuadro blanquiazul presenta casi un 45 por ciento en tiros de tres puntos, un registro que supera incluso sus prestaciones en los lanzamientos de dos. Sin embargo, donde el palmero es casi letal es desde el 4,60. Ya lo demostró hace unos años cuando defendía los colores del Canarias, al anotar más de 20 de forma consecutiva. Este año su marca es muy similar, toda vez que sólo ha errado en dos de las 32 veces que ha dispuesto de un tiro libre, lo que supone un 93,75 por ciento de acierto, un guarismo que sitúa a Arrocha como el más seguro de la LEB Oro en este apartado.
Pero más allá de las estadísticas, de los datos tangibles, la aportación de Sebas en algunos momentos no puede medirse, no tiene precio. Capaz como ninguno de calentar a la hinchada contraria, el palmero no se corta a la hora de levantar un puño para celebrar una canasta, encararse con quien haga falta o sacar de sus casillas al rival para el bien de los suyos. Es un líder nato, es el Petrovic palmero, el jugador que por carácter le gustaría tener a cualquier entrenador y de esos a los que nunca les quemará la última bola. Quizá por eso lo llamen El Diablo.
Sebas llega con muchas ganas.Y así lo reconoce. “Desde que terminó el partido de Rosalía estoy pensando en este encuentro, ya que para mí sería muy bonito jugar bien y ganar allí. Ya les vencimos en pretemporada y si les aguantamos de salida será un partido que se va a decidir al final, aunque ellos suelen jugar muy fuerte en el Juan Ríos Tejera”, señaló ayer el jugador a la página web de su club. Lástima, para sus intereses, que en el Socas Canarias, en especial Juanjo Fariña y Jaime Heras –dos de sus posibles marcadores en el recinto de San Benito–, ya sepan de que pata cojea y les cueste más caer en sus trampas.
El palmero regresó ayer a la que fue su primera pista
Como si de un anticipo de lo que le tocará vivir en las próximas horas, Sebas Arrocha regresó ayer a la cancha que le vio nacer como jugador. El palmero visitó el colegio Santo Domingo de Guzmán de la capital palmera, el centro donde hizo sus primeros pinitos con un balón. En esta cita, Sebas departió y jugó con los alumnos y recordó sus años en la base, con especial mención al título insular cadete logrado con el CB Dominicas en un duelo en el que logró 41 puntos. Esa plantilla conquistó también el Regional, lo que le permitió participar en el Nacional, un hito sin precedentes en la Isla Bonita. Mañana, Sebas regresa a los que en parte también fueron sus orígenes.
CARLOS GARCÍA Santa Cruz de Tenerife
Tal vez por la altura, tal vez por un golpe de suerte, Sebas Arrocha no está en la élite. El palmero iba para estrella, pero siempre le faltó el último empujón. Resignado y asentado en el segundo escalón del baloncesto nacional, el jugador palmero empieza a marcar diferencias. Es el líder de su equipo en la cancha y ha terminado de ganarse la confianza de un Ñete Bohigas que en el arranque de la competición lo utilizaba como reserva y que no ha tenido otra que rendirse a la evidencia y apostar por él como titular.
Y es que los números hablan por sí solos. Para empezar, prácticamente doblan a la media de toda su carrera en la LEB. Sebas es, después de siete jornadas disputadas, no sólo el máximo anotador de su equipo, sino también el mejor nacional en esta faceta, por delante de hombres tan contrastados como Richi Guillén. Sólo cinco comunitarios y extracomunitarios le superan. Además, el escolta del UB nunca se esconde y asume las responsabilidades que sean necesarias, lo que le permite provocar un buen número de faltas, ránking en el que es el quinto más prolijo de la competición con más de 4,5 por encuentro.
Aún así, el tiro es la faceta más característica de Arrocha, infalible tanto en movimiento como en parado. El dorsal número 14 del cuadro blanquiazul presenta casi un 45 por ciento en tiros de tres puntos, un registro que supera incluso sus prestaciones en los lanzamientos de dos. Sin embargo, donde el palmero es casi letal es desde el 4,60. Ya lo demostró hace unos años cuando defendía los colores del Canarias, al anotar más de 20 de forma consecutiva. Este año su marca es muy similar, toda vez que sólo ha errado en dos de las 32 veces que ha dispuesto de un tiro libre, lo que supone un 93,75 por ciento de acierto, un guarismo que sitúa a Arrocha como el más seguro de la LEB Oro en este apartado.
Pero más allá de las estadísticas, de los datos tangibles, la aportación de Sebas en algunos momentos no puede medirse, no tiene precio. Capaz como ninguno de calentar a la hinchada contraria, el palmero no se corta a la hora de levantar un puño para celebrar una canasta, encararse con quien haga falta o sacar de sus casillas al rival para el bien de los suyos. Es un líder nato, es el Petrovic palmero, el jugador que por carácter le gustaría tener a cualquier entrenador y de esos a los que nunca les quemará la última bola. Quizá por eso lo llamen El Diablo.
Sebas llega con muchas ganas.Y así lo reconoce. “Desde que terminó el partido de Rosalía estoy pensando en este encuentro, ya que para mí sería muy bonito jugar bien y ganar allí. Ya les vencimos en pretemporada y si les aguantamos de salida será un partido que se va a decidir al final, aunque ellos suelen jugar muy fuerte en el Juan Ríos Tejera”, señaló ayer el jugador a la página web de su club. Lástima, para sus intereses, que en el Socas Canarias, en especial Juanjo Fariña y Jaime Heras –dos de sus posibles marcadores en el recinto de San Benito–, ya sepan de que pata cojea y les cueste más caer en sus trampas.
El palmero regresó ayer a la que fue su primera pista
Como si de un anticipo de lo que le tocará vivir en las próximas horas, Sebas Arrocha regresó ayer a la cancha que le vio nacer como jugador. El palmero visitó el colegio Santo Domingo de Guzmán de la capital palmera, el centro donde hizo sus primeros pinitos con un balón. En esta cita, Sebas departió y jugó con los alumnos y recordó sus años en la base, con especial mención al título insular cadete logrado con el CB Dominicas en un duelo en el que logró 41 puntos. Esa plantilla conquistó también el Regional, lo que le permitió participar en el Nacional, un hito sin precedentes en la Isla Bonita. Mañana, Sebas regresa a los que en parte también fueron sus orígenes.
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