EL DIA: La Palma ya no tiene "gasolina" y cae ante el Burgos en un penoso partido.

El representativo palmero perdió en su peor encuentro de la temporada, una dura derrota que lo obliga a olvidarse del "play-off" de ascenso y centrarse exclusivamente en lograr la permanencia, que la tiene cerca. Sin Edwards ni Albert, que viven en otro "mundo", los blanquiazules cedieron ante un rival realmente malo.



V. MARTÍN, La Palma

La Palma está en una "cueva". Todo oscuro y con una vela en la mano. Va dándose golpes, se mueve despacio, sin oxígeno, y ayer, ante la piedra que tenía enfrente, se golpeó en la cabeza. Cayó. Al suelo. A su realidad. Sí, adiós "play-off", hasta luego sueño. Le falta una, no más, para no caer al "infierno", es lo bueno, pero el golpe ante Burgos es duro, frío, de los que secan la garganta.

El "UB" demostró en la primera parte, en dos cuartos, que algo va mal. Físico, mental o lo que sea. No juega en grupo, no pelea como colectivo y, con tanta desgana, pierde toda su idiosincracia, sus señas de identidad. El rival era malo. ¿Malo?, peor. Pero los nuestros metieron, no se rían por favor, 22 puntos en 20 minutos. Sin Albert, sin Edwards, sin nadie. Ellos, lo ajeno, con Lo Grippo y Johnson, nadie más, que no lo engañen, nos taparon el "agujero". No dejaron pasar la luz.

El Burgos da pena. Y sí, gracias a que ellos son bastante ruines, sin exagerar, hubo segunda parte. Es otro rival, cualquiera, y al descanso La Palma se va para su casa. Era un 22-28 para irse de la LEB. A la vuelta, Sebas encendió la vela. La única que tenía el "UB". Sólo fue un ratito. 10 minutos. Se puso delante. "Síganme chicos". Allí, a la luz, corrió Wachasmann. Arrocha metió 10 puntos, cambió el ritmo, puso a su equipo arriba y el rival agachó la cabeza. No tenía para aguantar. El "UB", con tan poca cosa, con nada de los que deben decidir, tomó 7 puntos de ventaja. Un 51-44 que lo acercó a la salida. Al hueco que desde lejos se veía al final de la cueva.

Llegó el último cuarto. La Palma, que parece jugar con la reserva de la gasolina encendida, se paró. Se quedó quieta. El Burgos hizo sus tres cositas, aquellas acciones de Morales, Lo Grippo y Sandes, no sabe más, no tiene otra cosa, y metió un duro parcial de 8-0, que luego, un poco más tarde, ya era de 2-14. Eloy Doce movió el banco. No es que lo pusiera en otro sitio, que a la postre hubiera importado lo mismo, sino que trató de rebuscar en las entrañas de su colectivo para buscar alternativas. No encontró ninguna. Ni la vuelta de Albert, ¿qué te pasa?, ni los lanzamientos, ¡que tire las zapatillas!, de Edwards ni nada. Da rabia ver a este grupo, con lo que era, sin orgullo. Lo ajeno ya ganaba, otra vez, y se iba.

El final fue un hacer faltas para ver que ellos metían de tiro libre. Y, también, para certificar que los jugadores de La Palma no son los mismos. Se llaman igual, tienen las mismas caras, pero no están a lo que tienen que estar. Siguen siendo "pobres" y se creyeron "ricos".


UB La Palma: Mena (5), Liñán (7), Wachsmann (6), Koffi (5), Edwards (8), -inicial-, Albert (2), Turner (9), Bárcenas (2), Arrocha (17) y Sestokas (2).

Autocid Burgos: Lo Grippo (18), Jhonson (8), Smith (14), Esmorís (1), Morales (9), -inicial-, Porter (6), Alvarado (-), Horton (4), Lorant (2), Sandes (9).

Árbitros: Alfonso Castillo y De Lucas De Lucas. Muy bien.

Parciales: 5-5, 11-12, 16-18, 22-28, -descanso-, 33-35, 51-44, 55-58, 63-71.

Incidencias: Polideportivo Insular de Miraflores, ante unos 800 espectadores. Pobre entrada para todo, que era mucho, lo que estaba ayer en juego.