EL HERALDO: Llegó la hora para el CAI.

El CAI 2007-2008 echa a andar hoy en La Palma. Su buen estado de forma debe refrendarse con resultados desde el primer día. Cuthbert Victor no ha llegado al partido (regresa el domingo) y Mike Higgins sigue siendo baja por lesión.

ENRIQUE COSCOLÍN / Zaragoza

No es por meter presión, pero el CAI Zaragoza ya está obligado a vencer esta noche en la cancha de La Palma, en el primer encuentro de la Liga LEB 2007-2008. Esa afirmación tiene una base muy sólida por varias razones. Para empezar, este año asciende el primer clasificado de la fase regular, por lo que todos los partidos cuentan y es tan importante el choque de hoy como el de la última jornada. Además, el cuadro de Curro Segura ha demostrado a lo largo de la pretemporada (ocho triunfos y una sola derrota) que está a un alto nivel para lo que se suele ver en estas fechas. Los rojillos tienen que aprovecharlo y tratar de tomar ventajas con respecto a sus rivales desde la jornada inicial. Y, por último, porque siendo objetivos y a pesar de las ausencias que tienen los aragoneses de Higgins y Victor, el CAI sobre el papel es superior a un UB La Palma acribillado por las lesiones a lo largo del verano.

Esa es sin duda una de las claves del encuentro, las bajas. Si los rojillos tienen muy castigado el juego interior, los locales han jugado casi toda su preparación con siete hombres. De hecho, para esta noche es casi seguro que no pueda participar su jugador franquicia Steven Edwards. Además, Francis Koffi será duda hasta última hora y Héctor Manzano podría saltar a la cancha, pero no ha disputado ninguno de los amistosos que ha tenido el conjunto canario.

El duelo, entre dos plantillas mermadas, debe decantarse del lado rojillo por la mayor calidad de los aragoneses. Ayer, Curro Segura, nada más bajar del avión dijo que "lo de hoy es lo que cuenta. Deseábamos que llegara este momento y ya está aquí. Ahora de lo que se trata es de hacer un buen partido y ganar, independientemente de la diferencia de puntos".

Una vez vistos los encuentros disputados hasta la fecha por el CAI se puede sacar la conclusión de que los rojillos dependen de sí mismos. Si son capaces de defender con intensidad, correr, y mantenerse concentrados los cuarenta minutos es poco probable que sean batidos. Así lo cree también su técnico. "Dependemos de nosotros. Si somos intensos en defensa tendremos mucho ganado". Pero no se queda en eso, Segura también teme algo del rival, su ritmo. "La Palma juega de una manera muy dinámica, por lo que estamos obligados a controlar su ritmo".

A pesar de esa rapidez en el juego, propia de hombres como los bases Carles Canals o David Gil, y especialmente, de un eléctrico escolta como es Sebas Arrocha, los rojillos tienen que ser los de este verano. Las pruebas se terminaron, pero los zaragozanos están a un nivel superior que casi todos sus rivales. Las lecciones de buen baloncesto ofrecidas en Salou, Logroño o Gandía tienen que tener su fruto desde esta misma noche. Agresividad atrás, control absoluto del rebote y contragolpes decisivos deben caracterizar a un conjunto que cuenta con dos armas fundamentales y desequilibrantes en esta categoría.

Por un lado, un Quinteros que está deseoso de llevar al CAI a su primer triunfo. Y por otro, el gigantón, Ondrej Starosta. El pívot no tiene rival bajo los aros y si los de Curro Segura lo encuentran en la pintura poco podrán hacer el luchador Isma Torres, el ex rojillo Mario García o su fichaje estrella de este año, el ala-pívot Reggie Moore, que al parecer ha funcionado bastante bien en los partidos preparatorios.

Pero el CAI no tiene excusas. Sumar y desde el primer día es su objetivo. Así lo dijeron nada más comenzar a trabajar y así debe ser. El ascenso comienza a jugarse en la primera jornada y no vale nada que no sea ganar.